Venezuela es el país menos desigual de América Latina, de acuerdo con su posición en el coeficiente de Gini, informó la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), según el informe de- nominado Panorama Social de América Latina 2016, hecho público recientemente.
El coeficiente de Gini es un método utilizado para medir la distribución de los ingresos de los hogares. Un puntaje próximo al valor 0 significa una distribución igualitaria del ingreso, y próximo a 1 una distribución muy desigual, explicó el estudio de la Cepal.
En el gráfico publicado por el organismo multilateral, se refleja que Venezuela refleja un coeficiente de alrededor 0,380 en el año 2015, seguido por Uruguay que roza 0,4 puntos. Este valor es inferior al reflejado en 2012, cuando estaba en alrededor de 0,390 puntos, según el referido gráfico publicado en el estudio.
En el caso de Uruguay se observa que desmejoró ese indicador en 2015, con respecto a la puntuación del año 2012 que estaba por debajo de 0,40 puntos. Aunque el estudio reconoce que la gran mayoría de los países latinoamericanos exhibieron
bajas en la desigualdad de la distribución del ingreso personal entre 2002 y 2014.
LEGADO QUE PERMANECE
Los resultados de la menor desigualdad en la región de Venezuela son consecuencia de las políticas que aplicó el coman- dante Hugo Chávez durante su gobierno entre 1999 a 2013 y ha mantenido el presidente Nicolás Maduro.
Venezuela cuenta con un Índice de Desarrollo Humano (IDH) mediano-alto de 0,748. Éste es un indicador elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que se mide de forma creciente de 0 a 1.
La aplicación de las misiones sociales ha contribuido a mejorar la calidad de vida de la población, junto con una política fiscal que dirige sus ingresos presupuestarios a la inversión social, a pesar de la caída brusca de los ingresos petroleros desde el año 2014 hacia acá.
Como resultado de las políticas sociales, el Gobierno Bolivariano ha logrado que el 10% más pobre de la población haya incrementado su tasa de asistencia a educación inicial, al pasar de 38,8% en 1998 a 65,6% para el 2014.
En el caso de la educación primaria, también 10% más pobre pasó en escolaridad de 93,6% en 1998 a 97,3% para el 2014. Los años de escolaridad promedio de la personas de 25 años y más en los hogares más pobres, aumentó de 5,2 años escolaridad en 1998 a 7,3 años de escolaridad para el 2014.
La asistencia escolar entre los 3 y 16 años, pasó en 1997/1998 de 84,4% a 91,3% para 2013/2014. Mientras que la cobertura en Educación de la Universitaria, se incrementó de 862.862 estudiantes en el año 2000, a 2.629.312 estudiantes en 2013.
Además en los logros que ha publicado el Ministerio del Poder Popular para Planificación indica que 10% más pobre incrementó su tasa de ocupación al pasar de 68,5% en 1998 a 74,6% en el 2014.
La cobertura del sistema público nacional de salud alcanza un 82%. El índice de prevalencia de la subnutrición actualmente está por debajo del 5%. Para el período 1998 y 2000 se ubicaba en 21,0%, destacó el informe del Ministerio de Planificación.
La desnutrición en menores de 5 años era de 5,3% y para el 2013 en 3,4%, lo cual implica que Venezuela es el cuarto país con menor desnutrición infantil. Mientras que otros indicadores como el acceso al agua potable pasó de 80% en 1998 a 95% en el 2014, cumpliendo la Meta de los Objetivos de Desarrollo del Milenio en cuanto a cobertura de este servicio.
El informe del Ministerio de Planificación indica que el porcentaje de hogares en hacinamiento crítico pasó de 14,6% en 1998 a 9,1% en el 2014 y el acceso a Aguas Servidas pasó de 62% en 1998 a 84% en el 2014.
La política de edificación de vivienda y mejoramiento del hábitat también ha impactado directamente las condiciones de vida. Hasta la fecha el Ejecutivo ha entregado 1,8 millones de casas a la población.
EL ROL DEL SALARIO
Refleja el informe del Ministerio de Planificación las políticas que han impactado para reducir la desigualdad junto con los continuos aumentos del salario, para mantener el poder adquisitivo del salario. “Resulta interesante analizar la evolución de la participación salarial en el PIB (Producto Interno Bruto conjuntamente con la de la desigualdad personal, medida a través del coeficiente de Gini”, expresá el informe de la Cepal al evaluar los resultados del indicador.
El estudio arrojó que de 13 países de los que existen datos actualizados, solo cinco (Brasil, Honduras, Perú, Uruguay y Venezuela) exhibieron aumentos de la participación de los salarios en el PIB. Esto indica que las mejoras distributivas logradas en ese período no estuvieron fundamentalmente asociadas a un reparto más equitativo de las retribuciones al capital y al trabajo.
Estos avances fueron impulsados por una mejoría relativa de los ingresos laborales de los sectores de menores ingresos, gracias a políticas activas como la formalización del empleo y el aumento real de los salarios mínimos en varios países, explica la Cepal.
No obstante, el informe asevera que hay resultados esperanzadores. “En América Latina, la desigualdad en la distribución del ingreso se mantuvo en 2015 en niveles similares a los observados en 2014. Sin embargo, si se considera el período posterior a la crisis financiera internacional, se aprecia una reducción de la desigualdad en la distribución del ingreso entre 2008 y 2015 en la mayoría de los países”.
PROMEDIO REGIONAL
El coeficiente de Gini —que toma valores entre 0 (para representar la ausencia de desigualdad) y 1 (para representar la desigualdad máxima)— mostró en América Latina un valor promedio de 0,469, de acuerdo con la información disponible a 2015, y prácticamente no varió con respecto a 2014, año en que presentó un promedio de 0,473.
En la mayoría de los países el descenso del coeficiente de Gini se produjo principalmente en el período 2008-2012, en tanto que entre 2012 y 2015 se registraron variaciones de menor magnitud, analizó la Cepal.
En cuanto al promedio regional, el ritmo de caída del coeficiente de Gini en el período más reciente (2012-2015) disminuyó a la mitad (-0,6% equivalente anual), en comparación con el registrado entre 2008 y 2012 (-1,2% equivalente anual), agregó el informe.
Entre 2008 y 2015 la desigualdad en la distribución del ingreso de las personas disminuyó en América Latina gracias a la prioridad que le dieron los países a los objetivos de desarrollo social, pero su ritmo de descenso fue más lento entre 2012 y 2015 y los valores actuales siguen siendo muy elevados para alcanzar el desarrollo sostenible, concluyó la Cepal.
MAYORES TRANSFERENCIAS
También fue notable el incremento de las transferencias monetarias hacia los estratos de menores ingresos. Pese a lo anterior, a través de un análisis complementario de la distribución funcional del ingreso en la región, se observa que las mejoras distributivas recientes no estuvieron necesariamente asociadas a un reparto más equitativo del capital y el trabajo, recalcó el organismo.
En el capítulo dedicado al gasto social se señala que este alcanzó en 2015 su máximo histórico: 10,5% del PIB para el gobierno central y 14,5% del PIB para el sector público (como promedio simple regional). La protección social (5%), la educación (4,6%) y la salud (3,4%) siguen siendo las funciones de mayor importancia en relación con el PIB.
Pese a lo anterior, los presupuestos de gasto social 2016-2017 registran contracciones en la mayoría de los países, mientras las estimaciones del PIB son en general de crecimiento moderado, por lo que la Cepal llama a resguardar y cautelar el financiamiento de las políticas sociales para dar sostenibilidad a los avances alcanzados y hacer frente a los desafíos vigentes, propone el estudio.
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Narcotráfico se apropia del bono demográfico de América Latina
La secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, declaró en una entrevista concedida a Efe que “el narcotráfico es el que de verdad se está apropiando del bono demográfico que tiene América Latina”.
“La desigualdad estructural es la que conspira, porque la juventud, que no tiene oportunidades, se va a sectores de ilegalidad”, dijo la responsable de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, organismo de la ONU que esta semana presentó su informe anual sobre la pobreza.