El 2 de enero el gobierno reinauguró la estaciones de servicios La Laguna y La 95 en la frontera con Colombia, cercanas al puente internacional Francisco Santander, para la comercialización de combustible venezolano en pesos colombianos. Desde su activación hace 25 días no han vendido ni una gota de gasolina porque permanecen cerradas.
El presidente Nicolás Maduro pretende que su homólogo, Juan Manuel Santos, habilite un corredor vial para que conductores colombianos crucen la frontera y llenen sus tanques con gasolina venezolana. Propuesta a la que se ha negado el gobierno de Cololmbia.
El 11 de enero, Luis Díaz, director de Política de la Gobernación del Táchira, aseguró que, según proyeccionesque hicieron, recaudarían entre 120.000 y 150.000 dólares diarios con las operaciones de esas dos gasolineras. Es decir, que en los 25 días que tienen sin operar, el país ha dejado de percibir más 3,75 millones de dólares.
Díaz explicó, en ese entonces, que Petróleos de Venezuela fijó una tarifa de 1.200 pesos el litro de gasolina para particulares colombianos y 1.000 pesos el litro de diésel para el transporte público cucuteño, y que la recaudación en esas gasolineras, entre otras ventas al vecino país, iría a las casas de cambio que comenzaron a operar el 16 de enero.
Fuentes vinculadas el sector de hidrocarburos indicaron que las estaciones de servicio habilitadas para la venta en pesos no han sido canceladas a los concesionarios venezolanos que las administraron hasta 2007, cuando fueron expropiadas por el gobierno. Incluso, luego de ser cedidas para su administración a un apoderado de nacionalidad colombiana, aseguró una de las fuentes, no fueron honrados los compromisos de pago a sus antiguos dueños.
El gobernador de Táchira, José Vielma Mora, pese a la decisión del gobierno de Santos de mantener cerrado el paso a los carros colombianos para que se abastezcan en territorio venezolano, aseguró hace 10 días que sigue en pie la propuesta de vender gasolina nacional en pesos porque Colombia “no puede subsidiar el combustible como lo hace Venezuela”.
Sin embargo, el gobernador del Norte de Santander, William Villamizar, dijo la semana pasada, tras una reunión con funcionarios del Ministerio de Minas de ese país, que la comercialización de combustibles entre los dos países está en discusión.
“Eso corresponde al desarrollo de unas mesas conjuntas en las que los dos gobiernos intervienen y a los cuales les hace falta todavía una posibilidad de acuerdo. Al no haber paso no habrá mucha posibilidad de que habitantes de Colombia puedan cruzar comprar combustible”, agregó Villamizar.
Carlos Casanova, abogado y docente universitario, dijo que no se podían elaborar políticas con impacto binacional si estas no eran acordadas por Colombia y Venezuela. Calificó de desacertada la decisión del presidente Maduro de vender gasolina nacional en pesos sin haberlo sometido a consideración.
“Es un fracaso anunciado”, aseguró. Señaló que Venezuela debía explicar de dónde están saliendo los pesos que entregan las casas de cambio en Cúcuta. “Porque si las gasolineras de servicio que ibanatender la venta en pesos no están operando, de dónde salen los pesos”.
La cifra
600.000
litros es la capacidad máxima aproximada de almacenamiento de las gasolineras habilitadas en la frontera para vender carburante en pesos.
