En un estudio reciente de la firma Torino Capital LLC, se advierte que las importaciones de Venezuela “presentaron otra contracción en marzo, al llegar al nivel más bajo” observado en el cúmulo de estadísticas de la firma desde 2007.
Revela el banco de inversión, que en “ausencia de los datos oficiales del Banco Central de Venezuela” (BCV) ideó un “indicador compuesto que utiliza datos de 16 socios comerciales que informan mensualmente sobre el comercio desglosado por país de destino”.
La compañía de inversión explica que “la serie arroja que las importaciones cayeron a 765 millones de dólares en marzo, un descenso de 79,5% con respecto al pico de 2012 y de 28,2% con respecto a marzo del año pasado”.
También cayeron las importaciones 1,7% con respecto al nivel que se observara en enero, que fue la baja anterior en la serie, apunta el análisis. En el primer trimestre del año en general, las importaciones son 28% más bajas que el año pasado y 76% inferiores a los niveles de hace cinco años.
Sin embargo, confía la firma, que al ajustar la serie a la estación se extraen otras conclusiones: “una leve recuperación en el primer trimestre con respecto al último trimestre de 2016; las importaciones ajustadas a la estación en este primer trimestre fueron 17,6% más elevadas que durante el cuarto trimestre de 2016”.
En el informe se indica que las importaciones venezolanas “experimentaron una caída bastante fuerte a lo largo de 2016, cualquier reversión a esa tendencia solo se verá reflejada parcialmente en las tendencias interanuales. Así, la mejoría en los datos ajustados a la temporada sugiere que las importaciones estarían saliendo de un momento difícil”.
También implican que “si bien podrían recuperarse las importaciones desde sus bajas alcanzadas en el cuarto trimestre del año pasado, es probable que este año se mantengan en promedio más bajas que en 2016”, sostiene la sociedad.
Importaciones vs crecimiento
Considera Torino Capital en el texto, que el descenso en las importaciones globales es una de las “razones fundamentales para revisar a la baja en el pronóstico de crecimiento” económico de Venezuela.
“Tal como lo hemos observado en un análisis anterior, la economía nacional se caracteriza por una fuerte dependencia del crecimiento global en las importaciones. Las perspectivas de una contracción en las importaciones en total ciertamente dificultaría la recuperación en el crecimiento”, sostiene el documento.
“En las últimas semanas”, resalta la consultora, “hemos ajustado paulatinamente a la baja nuestro pronóstico de las importaciones y, por ende, nuestro pronóstico” del comportamiento económico. “Ahora prevemos que las importaciones de bienes bajen 10% a 16.000 millones de dólares, y que las importaciones de servicios disminuyan 17%, es decir, a 9.000 millones de dólares, lo que llevaría el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) a -3,0%”, dice.
“Con todo”, agrega la investigación, “nuestro escenario de referencia no prevé que continúe la misma magnitud de contracción a lo largo del año. En contraste, esperamos cierta recuperación en las importaciones en los meses posteriores a las grandes amortizaciones de la deuda en abril”.
“Asimismo”, refiere, “esperamos que el Gobierno aproveche más las reservas internacionales y las ventas de activos a objeto de financiar el gasto. Hasta lo que va de año, los resultados son reveladores”.
En el documento se anticipa, que “si Venezuela fuera a mantener el mismo nivel de importaciones que se ha observado hasta ahora en el año, correría un superávit en cuenta corriente de 6.300 millones de dólares (2,9% del PIB), lo que basta para cubrir casi todos sus pagos de 6.400 millones de dólares en amortizaciones”.
Por tanto, puntualiza la firma, “no se requeriría la emisión adicional ni la disminución de activos a fin de cubrir sus necesidades de financiamiento externo”.