El vicepresidente Ejecutivo del Gobierno Bolivariano de Venezuela, Tareck El Aissami, afirmó este martes que el gran desafío para la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) es empoderar cada vez más al pueblo venezolano en el ejercicio de la contraloría social.
A raíz de la visita este martes a la reunión del Consejo de Ministros, del Contralor de la República Bolivariana de Venezuela, el abogado Manuel Galindo Ballesteros, El Aissami expresó que la ANC es la oportunidad para, “un gran debate que nos permita profundizar en los mecanismos contra la ineficiencia, contra la corrupción y contra la burocratización”.
En transmisión de Venezolana de Televisión, destacó que el objetivo de ese ‘gran debate’ es el, “empoderar cada vez al pueblo en el ejercicio de la contraloría social, ese es el gran desafío, y ese es el llamado que ha hecho el presidente constitucional Nicolás Maduro”.
Consideró que es necesario, “demoler, definitivamente, lo que queda de base que sustenta estas prácticas de los anti valores del pasado, de un modelo que feneció pero que todavía sus vientos (parafraseando al escritor Víctor Hugo) soplan”.
“Los molinos ya están derrumbados, pero los vientos siguen, y por eso esta cita histórica, que tiene el pueblo el próximo 30 de julio (elecciones para elegir a los constituyentes) debe ser también la oportunidad definitiva para erradicar, para siempre, la corrupción en la administración pública”, aseveró.
Asimismo, señaló que el Gobierno Bolivariano debía ser corresponsable, “en esta gran tarea, en este gran desafío. Empoderar a las instancias formales de control, empoderar al pueblo. Este nuevo poder popular que surge, que emerge en el marco del proceso constituyente, debe contar con los mecanismos necesarios para este frente de lucha”.
El Vicepresidente le reiteró al contralor Galindo, “el compromiso de todos nosotros (Gobierno Bolivariano) en la lucha contra la corrupción”.
Instó a “aprovechar la Asamblea Nacional Constituyente para acelerar, a la máxima potencia, esta gran tarea que tiene como bandera la moral, la fuerza moral del Presidente de la República”.
“Aquí no gobierna un representante de la burguesía parasitaria, alguien comprometido con mafias o grupos corruptos, aquí gobierna un obrero”, concluyó.