TAP reducirá su operación en 93% en febrero tras las nuevas restricciones de movilidad02/02/2021

La aerolínea lusa TAP va a reducir su operación un 93% en febrero respecto al mismo mes de 2020 debido a las nuevas restricciones a la movilidad impuestas en Portugal y va a mantener sólo las conexiones nacionales y los vuelos con destinos donde haya comunidades portuguesas significativas.

En un comunicado remitido hoy a la Comisión del Mercado de Valores Mobiliarios (CMVM), TAP informó de que anteriormente tenía previsto reducir su actividad un 73% en febrero, pero las nuevas restricciones al transporte aéreo la han llevado a elevar ese porcentaje hasta el 93%.

Mantendrá las conexiones en el mercado interno (Lisboa, Oporto, Madeira y Azores) y vuelos a Newark y Boston (Estados Unidos); Toronto (Canadá); Madrid, Barcelona, Málaga y Valencia (España); Ámsterdam (Holanda); Bruselas (Bélgica); Ginebra y Zúrich (Suiza); Luxemburgo; París, Niza, Toulouse, Marsella y Lyon (Francia), y Milán y Roma (Italia).

También mantendrá vuelos con Bisáu (Guinea-Bisáu), Conakri (República de Guinea), Dakar (Senegal), Maputo (Mozambique), Santo Tomé y Príncipe y Praia y San Vicente (Cabo Verde).

TAP está igualmente disponible para operar vuelos de repatriación si fuese necesario. Desde el pasado domingo, los portugueses tienen prohibido salir del país salvo casos excepcionales, como si tienen residencia legal en el extranjero o por reunificación familiar. (https://www.wmpg.org/)

Además, se han impuesto restricciones sanitarias a los vuelos de los países de la Unión Europea y el espacio Schengen, a los que anteriormente no se aplicaba ninguna limitación: se exige PCR negativa y/o cuarentena a la llegada en función de la incidencia en origen.

Los vuelos a Brasil y al Reino Unido están completamente suspensos debido a las nuevas variantes del virus.

TAP se encuentra en una situación muy delicada a raíz de la pandemia y el año pasado el Estado luso aumentó su presencia en el capital, donde actualmente controla el 72,5%, para salvarla de la quiebra.

La aerolínea recibió una inyección de capital de 1.200 millones de euros y podría necesitar de entre 2.214 y 2.550 millones adicionales para cubrir sus necesidades de financiación hasta 2024, según las cuentas desveladas en diciembre por el ministro de Infraestructuras, Pedro Nuno Santos.

El grupo, que tenía unos 10.000 trabajadores antes de la pandemia, prevé una reducción de plantilla de 2.000 puestos de empleo mediante prejubilaciones, mutuo acuerdo, no renovación de contratos temporales y, en última instancia, despidos.

Fuente: Banca y Negocios