Las medidas de aislamiento para evitar la propagación del coronavirus tomadas por el gobierno de EE.UU. son como “dar un golpe con un mazo”.
Así lo cree Steve Hanke, profesor de Economía Aplicada de la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore, e investigador del centro de estudios CATO Institute en Washington, D.C.
Contrario a las cuarentenas que solo permiten el funcionamiento de los servicios esenciales de una ciudad, el académico cree que la pandemia debe ser contenida con medidas selectivas, muy focalizadas, que no impliquen el cierre generalizado de la actividad económica.
“Si el cierre económico se extiende hasta junio, vamos a enfrentar una época como la que vivimos en la Gran Depresión”.
Esta es una versión editada de la entrevista de BBC Mundo con Hanke.
¿Por qué le parece que las cuarentenas para evitar la propagación del coronavirus en Estados Unidos y otras partes del mundo son un error?
La manera en que las han puesto en práctica ha sido un error. Un error en el sentido de que están usando un golpe de mazo para abrir una nuez. Es un enfoque excesivo, uniforme, sin ninguna precisión.
Es un error poner cadenas a las puertas de las empresas. Cerrarlo todo es muy primitivo.
¿En qué países se ha aplicado una política exitosa frente a la pandemia?
Hay países que han tenido éxito como Singapur, Corea del Sur o Suecia, que usan un enfoque más selectivo.
Han hecho muchas pruebas, monitorean a las personas cuidadosamente y si alguien tiene el virus, lo ponen en cuarentena.
Estos países han mantenido el funcionamiento de la economía lo más posible para reducir el costo de lidiar con el virus. No aplicaron la política del mazazo como aquí en Estados Unidos, no cerraron todos los negocios.
Pero para implementar una estrategia selectiva los gobiernos tienen que tener la capacidad de realizar pruebas que permitan determinar dónde están y quiénes son los contagiados. Estados Unidos, por ejemplo, no ha tenido la suficiente capacidad para hacer los tests que se requieren…
La situación no es tan grave, es una situación más política. Parte del problema es que todo el debate está demasiado politizado. La capacidad de hacer pruebas es mucho mejor en Estados Unidos que en Francia.
Por otro lado, la Organización Mundial de la Salud nos dice que China ha hecho un maravilloso trabajo, pero ellos ni siquiera registran la cantidad de personas que han sido sometidas a pruebas.
Si los gobiernos que han implementado políticas de confinamiento para proteger la salud de las personas mantienen su estrategia, ¿cuáles serán las consecuencias económicas?
Si siguen usando el enfoque del mazo, es una cuestión de tiempo antes de que se produzca un colapso económico.
Si el cierre económico se extiende hasta junio vamos a enfrentar una época como la que vivimos en la Gran Depresión.
En esa época hubo pánico bancario y la economía lentamente se fue cerrando. La demanda por bienes y servicios disminuyó, los negocios comenzaron a cerrar y despedir personas.
Pero ahora, es el gobierno el que pone cadenas a las empresas. No es algo gradual.
El peor escenario es seguir con la economía cerrada. Veríamos una completa disrupción, no solo una baja en la producción a través del tiempo, sino que también un aumento de las bancarrotas y de las personas que no pueden regresar a la fuerza de trabajo.
Esto no es como encender y apagar la luz, no va a ocurrir de esa manera. Cuando muevas el interruptor, la luz no va a regresar de inmediato.
Dado que están muriendo miles de personas, ¿no le parece que hay una disyuntiva, un dilema entre salvar la economía o salvar la vida de la gente?
Hay un dilema en general. Pero puedes hacer que el dilema sea mucho más favorable si las cuarentenas son muy selectivas, si haces muchas pruebas y logras identificar lo que está pasando.
Si puedes contener a las personas de una manera selectiva, eso permite que el resto de la población y la economía siga funcionando.
Pero eso es precisamente lo que no se logró hacer ni en Estados Unidos, ni en muchas otras partes del mundo y por eso tuvieron que implementarse cuarentenas…
Hay países que lo han logrado. Los que mejor han aplicado las estrategias de confinamiento selectivo son los países con economías de libre mercado, con gobiernos pequeños y eficientes como es el caso de Singapur.
Incluso Alemania, que tiene un gobierno más pequeño en comparación a otros países europeos, ha funcionado bastante bien. El dinero que el gobierno le paga a las empresas pequeñas y a los desempleados se ha distribuido rápidamente, casi en pocos días.
En cambio en Estados Unidos la respuesta ha sido lenta y es posible que pasen meses antes de que el dinero llegue a las empresas y las personas. Eso ocurre en parte por tener un gobierno ineficiente.
Si en los países desarrollados ha sido difícil contener los efectos sanitarios y económicos del coronavirus, ¿cómo podrán salir adelante otras regiones del mundo como América Latina?
Todos los gobiernos latinoamericanos son incompetentes y corruptos. La única excepción es Chile.
Pero en general, América Latina no tiene cómo enfrentar esta crisis. Es demasiado tarde. No saben cómo amarrarse los zapatos.
Pero ese tipo de problemas que usted describe también ocurren en otras partes del mundo…
La ironía de todo esto es que la gente piensa que necesitamos más presencia de los gobiernos, más regulaciones, más sector público. Y eso es un error.
En otras partes del mundo, como Francia, dicen que necesitan un Estado más grande, más poderoso para enfrentar situaciones de crisis como esta.
Ese es un punto central porque en Francia y otros países europeos mucha gente reclama que es necesario fortalecer los sistemas de salud pública y que en ese sentido el Estado tiene que jugar un papel más importante…
Eso es ridículo. En Corea del Sur el Estado es mucho más pequeño que en Francia y han sido capaces de hacer una gran cantidad de pruebas, trazar la epidemia y poner gente en cuarentena selectiva.
¿No deberían fortalecerse los sistemas de salud para estar mejor preparados?
No, no, no, eso es un problema. Los sistema públicos de salud están en bancarrota, son malos.
Deberíamos desregular los sistemas en todas partes.
¿Y qué hace la gente que tiene bajos ingresos, se quedan sin atención médica?
Si la gente no tiene el dinero, le das algún tipo de ayuda, de subsidio. Pero el sistema de salud en general debe ser privado. La mejor manera de ofrecer servicios es a través del sistema privado, que es mucho más eficiente.
Como están las cosas ahora, particularmente en los países que no tienen la capacidad de hacer pruebas, ni tienen suficientes camas de hospital, ni respiradores, ¿cómo se enfrenta el dilema entre la pérdida de vidas y las pérdidas económicas?
Hay que reducir la pérdida de vidas al menor costo posible. Y la mejor manera de hacer eso es evitar la política del mazo.
Es decir, no más cuarentenas…
Tienes que hacer cuarentenas selectivas y dejar que la economía funcione tanto como sea posible. Esa es la manera de minimizar el costo. Tienes que hacer precisamente lo que están haciendo en Singapur, Corea del Sur, Taiwán o Hong Kong.
¿Y por qué Estados Unidos no siguió ese camino?
El presidente decidió usar la política del mazo.
Pero esa no era su idea al comienzo de la crisis. ¿Por qué cambió de estrategia?
Quien sea que lo está aconsejando lo convenció. No sé por qué cambió de idea, yo no estaba ahí. Pasó de pronto de un enfoque casual, con intervenciones muy selectivas, a la política del mazo. No sé qué pasó.
Fuente: BBC Mundo