El sistema eléctrico nacional nunca antes estuvo tan vulnerable frente a la ocurrencia de fallas y apagones por el mal estado en que se encuentran las instalaciones y redes del sector. Esta situación obliga a aplicar, en el corto plazo, racionamientos de 15 horas diarias o más en toda Venezuela, alertaron fuentes sindicales del área que solicitaron que no se mencionaran sus nombres.
“De esta emergencia que el gobierno causó con sus malas políticas ni siquiera Caracas se salva”, alertó uno de los voceros. Indicó que el sistema interconectado de transmisión tiene severos problemas que le impiden enviar de forma confiable y eficiente la electricidad proveniente de la central hidroeléctrica de Guri, ubicada en el río Caroní en el estado Bolívar.
A esto se suma que cualquier interrupción del suministro de energía desde Guri no puede ser cubierta con la electricidad generada por las plantas térmicas del país, pues ellas operan solo a 30% de su capacidad. “Es una cuestión de matemáticas: Guri aporta un máximo de 8.000 megavatios al sistema interconectado y la demanda nacional de electricidad en su momento pico es de 15.000 megavatios”, acotó una de las fuentes consultadas.
Reveló que el diferencial de 7.000 megavatios debería ser generado por el parque térmico nacional cuya capacidad instalada es de 15.000 megavatios, sin embargo, de ellos solo hay 4.500 megavatios más o menos disponibles. El déficit es de 2.500 megavatios lo cual obliga a Corpoelec a realizar racionamientos selectivos y rotatorios, especialmente, en el interior del país desde 2010.
“La falta de disponibilidad de energía térmica complica la respuesta rápida y eficaz ante una falla que se presente en la línea troncal de transmisión, que va de Guri al centro occidente del país, pues el evento se convierte en un apagón que deja sin luz durante horas a estados enteros”, advirtió.
Las fuentes indicaron que todas las plantas termogeneradoras como las plantas Centro (Carabobo), Ramón Laguna (Zulia), Cumaná, India Urquía y La Raisa (Miranda) y Tacoa (Vargas) entre otras, presentan problemas técnicos y operativos por la paralización de sus máquinas.
Todo esto se debe a que Corpoelec no realiza el mantenimiento predictivo y preventivo en las plantas de generación y en las redes de transmisión, subtransmisión y distribución.
Muchos de los equipos (entre ellos algunas turbinas) deben ser sustituidos por unidades nuevas ya que las existentes están sumamente deterioradas o inservibles.
“De una industria eléctrica de primer mundo en América Latina, Corpoelec está hoy arruinada por las malas decisiones gerenciales, la desidia y el abandono de las autoridades. Desde 2005, los sindicatos advertimos que los apagones serían la situación constante del sistema eléctrico nacional pero lamentablemente no nos escucharon y ahora los usuarios padecen una pésima calidad del servicio”, manifestó un sindicalista.
Insistió en que el deplorable estado del sistema eléctrico y no el sabotaje es lo que origina las interrupciones bruscas del suministro de energía a la población. Señaló que actualmente el embalse de Guri está lleno (alcanzó su cota máxima de 272 metros sobre el nivel del mar) pero esa sola condición no garantiza que la electricidad llegue a su destino cuando la red troncal de transmisión presenta problemas por falta de mantenimiento.
Sobre la causa del apagón del 24 de diciembre en Zulia, las fuentes denunciaron que la ausencia de mantenimiento ocasionó el colapso del cable submarino de transmisión, colocado en el lecho del lago de Maracaibo, que provee electricidad a la capital zuliana. Advierten que si Corpoelec no realiza a conciencia los trabajos de reparación del cable se presentará un apagón peor en el corto plazo.
Las cifras
4.500 megavatios es la electricidad que puede entregar al sistema el parque nacional de plantas de generación térmica
15.000 megavatios es la demanda pico actual de energía, de los cuales Guri aporta 8.000 megavatios
272 metros sobre el nivel del mar es la cota máxima del embalse de la central hidroeléctrica de Guri
Falla en Caracas afecta la seguridad nacional
El apagón de cuatro horas que se registró en Caracas el lunes 18 de diciembre dejó en evidencia la vulnerabilidad de la capital no solo en el sistema eléctrico sino en un servicio tan esencial como las telecomunicaciones. “Se presentó una situación que afectó a la seguridad nacional, pues la sede central de la nación quedó incomunicada”, alertó una fuente sindical.
“La emergencia demostró que Cantv tampoco hace mantenimiento en un área fundamental como las telecomunicaciones, las cuales debieron funcionar el 18 de diciembre por lo menos dos o tres horas en el plan de respaldo frente a un apagón”, recalcó.
Los sindicalistas consultados indicaron que la capital depende entre 70% y 80% de la energía que provee Guri a través del sistema interconectado. Por ello, igual que el resto del país, Caracas no tiene un respaldo técnico para atender una interrupción del suministro desde Guri.
Tacoa, la central más grande de la capital, tiene una capacidad instalada de 2.000 megavatios, pero trabaja a 18,7%. Adicionalmente, la Gran Caracas cuenta con la planta Picure y las barcazas Josefa Rufina y Margarita, aledañas a Tacoa, el complejo La Raisa e India Urquía y la planta OAM.
“Esto coloca a Caracas en una situación muy vulnerable porque 1.400 megavatios de su demanda pico de 2.000 megavatios viene de Guri”, destacó uno de los voceros.