El satélite Antonio José de Sucre, que se encuentra en el espacio desde la madrugada de este lunes, comenzó la fase de pruebas en órbita en la que trabajan conjuntamente profesionales chinos y venezolanos, informó este lunes Jhoana Sánchez, ingeniero de investigación e innovación espacial de la Agencia Bolivariana para Actividades Espaciales (Abae).
En declaraciones vía telefónica a AVN, Sánchez detalló que este equipo multidisciplinario que trabaja en Venezuela desde la estación de control terrena satelital Capitán Manuel Ríos, ubicada en El Sombrero, Guárico y el otro en China, desde el Centro de Lanzamiento de Jiuquan, provincia de Gansu, realiza pruebas de todos los sistemas en el espacio, pruebas de conexión y calibración de los equipos.
Indicó que luego de tres meses de pruebas exitosas, el satélite se comenzará a manejar desde Venezuela sin ningún tipo de participación del país asiático y de esta manera empezará a enviar sus primeras imágenes.
“Nuestro equipo de venezolanos ya trabaja directamente con el Sucre, desde anoche se preparaba para enlazar el satélite cuando pase por Venezuela. Hoy comienza la fase de conexión desde tierra y la de colocar el satélite en la órbita que es”, detalló Sánchez.
El Sucre dará 14 vueltas a la tierra diariamente y al menos 3 o 4 veces pasará por encima del territorio nacional.
Uno entre pocos
El Antonio José de Sucre, también conocido como satélite VRSS-2, es uno de los pocos satélites en órbita que tiene cámara infrarroja, elemento que le permite tener visión nocturna y la capacidad de medición de temperatura.
“Esta modalidad será útil en la prevención de incendios forestales, determinar las temperaturas antes y después de catástrofes como tsunamis y terremotos, para definir planes de acción”, agregó la ingeniera.
Esta cámara tiene la posibilidad además de delimitar los cuerpos de agua, que ayuda en la detención de inundaciones de poblados, y al mismo tiempo, prevenir posibles estados de sequía en los embalses.
Otro de los beneficios de esta cámara infrarroja, es que puede penetrar la nubosidad, es decir, podrá diferenciar la niebla del relieve con certeza.
El Sucre, tercer satélite venezolano en órbita, cuenta además con dos cámaras, una de alto espectro pancromática y multiespectral.
Es por esta razón, que el Sucre permitirá un control más exacto de la soberanía, pues brindará con mejor resolución detalles para la planificación y desarrollo de la nación.
El satélite está a una distancia aproximada de 650 kilómetros por encima de la superficie terrestre y desde esa distancia, podrá identificar objetos que tengan un metro de longitud, como un vehículo por ejemplo.