De acuerdo con informaciones emitidas por fuentes de la prensa rusa, el gobierno de Rusia ha decidido establecer una presencia militar a largo plazo en la isla venezolana de La Orchila, ubicada a 200 kilómetros al noreste de Caracas. No se aclara en las notas el papel del propio gobierno venezolano. La medida parece ser una respuesta a la decisión del gobierno estadounidense de retirarse del Tratado de las Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio (INF) y como medida de disuasión ante las continuas amenazas del gobierno de EE.UU. en contra del Presidente venezolano Nicolás Maduro.
De acuerdo a la agencia estatal rusa de noticias TASS “las autoridades rusas han tomado una decisión (y el presidente venezolano Nicolás Maduro no se opuso) de desplegar aviones estratégicos a una de las islas de Venezuela en el Mar Caribe, que tiene una base naval y un campo de aviación militar.”
En 2009, expertos rusos y comandantes de las Fuerzas Armadas ya habían visitado la isla de La Orchila. Tras la visita, el entonces presidente Hugo Chávez puso La Orchila a disposición del presidente ruso Dimitri Medvedev, cada vez que “la aviación estratégica rusa necesite hacer un toque en Venezuela para cumplir con sus planes estratégicos”.
La reciente visita a Venezuela de dos bombarderos nucleares de largo alcance rusos Tu-160, un avión de transporte An-124 y un avión de largo alcance IL-62, son parte de esa iniciativa.
Las leyes venezolanas prohíben el establecimiento de bases militares extranjeras en el país, por lo que se desconoce cómo la presencia rusa sería justificada desde el punto de vista jurídico.
Artículo 13 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela: “El territorio nacional no podrá ser jamás cedido, traspasado, arrendado, ni en forma alguna enajenado, ni aun temporal o parcialmente, a Estados extranjeros u otros sujetos de derecho internacional. El espacio geográfico venezolano es una zona de paz. No se podrán establecer en él bases militares extranjeras o instalaciones que tengan de alguna manera propósitos militares, por parte de ninguna potencia o coalición de potencias. Los Estados extranjeros u otros sujetos de derecho internacional sólo podrán adquirir inmuebles para sedes de sus representaciones diplomáticas o consulares dentro del área que se determine y mediante garantías de reciprocidad, con las limitaciones que establezca la ley. En dicho caso quedará siempre a salvo la soberanía nacional. Las tierras baldías existentes en las dependencias federales y en las islas fluviales o lacustres no podrán enajenarse, y su aprovechamiento sólo podrá concederse en forma que no implique, directa ni indirectamente, la transferencia de la propiedad de la tierra”.
Volviendo a la fuente de prensa rusa: “La idea es incluir a Venezuela en misiones de aviación de largo alcance”, dijo el experto militar Coronel Shamil Gareyev al periódico ruso Novaya Gozeta, al tiempo que agregó que traería beneficios económicos para operaciones rusas en las Américas. “Nuestros bombarderos estratégicos no sólo no tendrán que regresar a Rusia cada vez, sino que también no necesitarían reabastecimiento aéreo de combustible en una misiones de patrullaje en las Américas. Nuestros aviones Tu-160 llegan a su base en Venezuela, realizan vuelos, ejecutan sus misiones y luego son reemplazados en forma rotativa,” afirmó.
La llegada de los bombarderos estratégicos Tu-160 de Rusia a Venezuela es una especie de señal para que Trump se dé cuenta de que abandonar los tratados de desarme nuclear tendrá un efecto boomerang”, agregó otro experto militar ruso.
Ayudando al gobierno venezolano a mantenerse a flote
“Nosotros estamos claramente ayudando al gobierno venezolano a mantenerse a flote,” dijo el Investigador del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Academia de Ciencias de Rusia, Emil Dabagyan, en una entrevista al periodico ruso Kommersant. “Dado que Rusia se beneficia de la exploración petrolera, queremos que el régimen venezolano permanezca en pie”, agregó. En cuanto a Caracas, los ejercicios militares conjuntos con Rusia y otras actividades de este tipo son muy importantes para ello en este momento. Según el experto, las autoridades venezolanas “tratan de mostrar su determinación de proteger al país de la posible agresión de Estados Unidos, que ha calificado al régimen de Maduro como ilegítimo”.
La decisión rusa podría intensificar los esfuerzos del régimen de Trump en provocar un “cambio de régimen” en Caracas y evitar que Rusia establezca presencia militar en lo que EE.UU. siempre ha considerado, de acuerdo a la llamada Doctrina Monroe, como su “patio trasero”.
El Presidente Nicolás Maduro visitó Rusia a finales de Noviembre, en busca de ayuda económica para el país, el cual atraviesa por la peor crisis económica de su historia y enfrenta sanciones por parte de EE.UU. y la Unión Europea, quienes le acusan de violar Derechos Humanos y de violar las leyes venezolanas con el fin de perpetuarse en el poder.
Hasta el momento de emitir esta nota el gobierno venezolano no había suministrado información oficial detallada sobre los supuestos acuerdos militares con Rusia, que según otras fuentes podrían abarcar a otros espacios geográficos del país.