Josu Jon Imaz, consejero delegado de la española Repsol, informó este jueves que la compañía prevé reducir su presencia a 14 países, pero descartó abandonar Venezuela o Libia.
Imaz detalló que la compañía opera actualmente en 20 países. Además, prevé sacar a bolsa o sumar un socio inversor a su negocio renovable en 2021 o 2022, una operación con la que captarían unos 1.400 millones de euros. Subrayó que no harán más desinversiones destacables para financiar su plan estratégico.
La compañía ha presentado este jueves su plan estratégico para 2021-2025, que prevé inversiones por valor de 18.300 millones, de los que 7.700 corresponden a España -con el foco puesto en la mejora de la competitividad de sus refinerías y plantas químicas- y 5.500 millones a proyectos de bajas emisiones.
El plan contempla también un nuevo modelo operativo dividido en cuatro áreas de negocio: Upstream (exploración y producción), Industrial, Cliente y Generación baja en emisiones (renovables).
De esos 5.500 millones de inversión “verde”, unos 1.000 millones corresponderán al negocio industrial (biocombustibles, hidrógeno y descarbonización de plantas), y otros 4.300 millones a generación renovable (incluido almacenamiento), según Imaz, que ha subrayado que invertirán “fuertemente en España”, al tiempo que abrirán “un par de plataformas internacionales”.
Además, entre 2021 o 2022 darán entrada a un socio en Generación baja en emisiones o sacarán este negocio a bolsa con el objetivo de reducir sus costes de capital y cristalizar el valor de sus activos -actualmente tiene 3.000 megavatios en operación y prevén alcanzar los 7. (Diazepam) 500 en 2025-, según Imaz, quien ha apuntado que su intención es mantener en todo caso una posición “mayoritaria”.
En España, estudiarán la posibilidad de acudir a las subastas de nueva potencia renovable que tiene previsto hacer el Gobierno, según Imaz, quien ha señalado que los 1.400 millones de desinversiones previstos en el plan corresponden principalmente a la venta de parte de Generación de bajas emisiones y que esa cifra no incluye rotación de activos de exploración y producción.
Sobre la posibilidad de comprar activos renovables, el ejecutivo ha explicado que para ellos es más rentable desarrollar proyectos propios que comprar instalaciones ya en operación, por lo que, en caso de hacer adquisiciones, se tratará de proyectos en fases iniciales, como han hecho en Chile.
Durante una rueda de prensa virtual, Imaz ha subrayado que el petróleo se seguirá consumiendo a partir de 2050, cuando más de la mitad del uso del crudo irá destinado a usos “que no tienen que ver con todo aquello que genera CO2”, como fibras, neumáticos, plásticos o productos sanitario.
“Alguien tendrá que seguir produciendo y Repsol estará ahí”, ha afirmado Imaz, quien ha subrayado que también seguirán en el negocio del gas, que actualmente copa el 65 % de su producción y que es imprescindible para dar respaldo a la generación eléctrica renovable.
Fuente: El Nacional