Pese a que las lluvias se han incrementado desde junio pasado, el embalse de la central hidroeléctrica de Guri, en la cuenca del río Caroní, estado Bolívar, no logró llenarse totalmente para alcanzar su nivel máximo de 271 metros sobre el nivel mar, informaron fuentes sindicales del sector que solicitaron no mencionar sus nombres.
Precisaron que la cota del Guri se ubica actualmente 8 metros por debajo del máximo nivel, sin embargo la altura de 263 metros se ha mantenido como consecuencia de las moderadas precipitaciones de los últimos días sobre la cuenca del río.
“Como el embalse no alcanzó su cota superior, Corpoelec (Corporación Eléctrica Nacional) está administrando mejor el embalse frente al verano para evitar una caída alarmante como ocurrió en 2016 y que llevó a los racionamientos de 2.000 megavatios diarios en el interior del país, mediante el plan de administración de cargas”, explicó uno de los sindicalistas.
Con el fenómeno climático El Niño, el nivel de agua de Guri llegó a su punto operativo más bajo: 241,35 metros el 29 de abril de 2016, lo que significó una merma de 3.000 megavatios en la generación de esa central al sistema eléctrico nacional. Por ello, Corpoelec aplicó los racionamientos debido a que el parque termoeléctrico no podía cubrir la energía faltante.
“Este año la situación no es tan grave como la de 2016, pero si delicada porque Guri presenta limitaciones para operar a plena capacidad”, dijo otro de los sindicalistas. Agregó que pese al hermetismo informativo de las autoridades eléctricas “se sabe que varias de sus 20 unidades de generación están paradas por mantenimiento o problemas técnicos”.
Esto hace que Guri aporte a la demanda pico nacional de energía de entre 14.000 y 15.000 megavatios diarios, unos 5.000 a 6.000 MW de 9.000, que es la capacidad instalada de generación de la central. Macagua y Caruachi, las otras dos centrales del Caroní en operación, generan 4.000 MW, de los cuales 3.000 son para atender la demanda eléctrica de Guayana y el oriente venezolano.
Sobre la Central Tocoma, las fuentes desconocen si en el primer trimestre de 2017 entrará en servicio su primera máquina, como lo habían anunciado las autoridades eléctricas, debido al escándalo de la empresa Obedreht de Brasil, contratista líder del proyecto.
En dos oportunidades, Obedreht evadió el año pasado la citación de la comisión mixta de la Asamblea Nacional que investigó la situación del sistema eléctrico venezolano a propósito de la emergencia de entonces, como consecuencia de las dificultades en Guri y otras plantas de generación térmica.
Sin embargo, en la interpelación que la instancia parlamentaria realizó el primero de junio de 2016 a la empresa Impsa de Argentina, contratista del proyecto, se supo que Tocoma registraba un atraso de cinco años con respecto a la fecha original de su puesta en servicio (2012-2014).
Al abordar las condiciones del parque de generación termoeléctrica, las fuentes consultadas indicaron que opera a 50% de su capacidad (14.000 MW) por la falta de mantenimiento a las centrales de mayor capacidad como Tacoa en Vargas.
“No obstante, hay un alivio con la generación de 600 MW de la nueva unidad de Planta Centro (Carabobo), construida por los chinos, aunque aún está en período de pruebas técnicas, además de las mejoras en la planta India Urquía (Miranda)”, dijo uno de los entrevistados.