La crisis humanitaria en Venezuela que ha generado la mayor migración en la historia de América Latina requiere de la voluntad política de los países vecinos para afrontarla en conjunto, opinó Miguel Barreto, director para América Latina y el Caribe del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU.
“Tiene que haber la voluntad política para avanzar, ya no podemos seguir hablando, tienen que acordar medidas los países e implementar acciones” en conjunto, afirmó Barreto en el marco de la Asamblea General de la ONU. Sostuvo que “la dimensión humana tiene que manejarse de una forma distinta a la dimensión política”.
“Es un fenómeno muy complejo que requiere acciones coordinadas de los países”, advirtió, y destacó que la emigración que está ocurriendo en Colombia, principal destino de los venezolanos que huyen de la crisis en el país, es “inusual”. Reseñó Efe.
No sólo se trata de venezolanos, sino de colombianos que están regresando (tras el acuerdo de paz), “pero al mismo tiempo hablamos de cómo esa emigración se enfrenta también a comunidades de origen que los reciben y no necesariamente esa recepción es positiva” ya que genera xenofobia, ya sea por competición de trabajo o espacio geográfico, señaló.
Indicó que el PMA está prestando ayuda, que no se limita a una comida caliente al día, a entre tres y cuatro mil personas diarias en las zonas más vulnerables de la frontera de colombo-venezolana, en los departamentos colombianos de la Guajira, Arauca y Norte de Santander, donde ha llegado la mayoría de los venezolanos.
Pero, advirtió, hay otro fenómeno que han detectado. Y es la existencia de más de 170 lugares de cruce informal en la frontera donde no se llevan registros y son personas muy pobres y vulnerables que caminando quieren llegar hasta Perú o Ecuador.
El fenómeno migratorio es multiregional: Colombia ya ha recibido cerca de un millón de venezolanos: Perú más de 450 mil; Ecuador 150 mil: Chile y Brasil unos 75 mil cada uno; Argentina y Panamá otros 100 mil cada uno, y otros países de la región también han recibido, pero en menos cantidades, señaló.
“Somos conscientes de que tenemos que incrementar el apoyo a los migrantes y que los estados puedan recibir recursos nuestros, a través de la red de protección social” que ya existe en muchos países, sin que los gobiernos tengan que usar sus presupuestos para ello, señaló Barreto.
Dijo además que ya hizo la propuesta de acción conjunta a la Cancillería de Colombia, y esta semana se reunió con representantes de Ecuador, que asisten a la Asamblea de la ONU.
“En este momento podemos inyectar más de 10 millones de dólares si coordinamos con el Gobierno colombiano para poder llegar a esas poblaciones de esa manera”, indicó durante la entrevista en la sede del Programa en Nueva York. “Creo que es un modelo que puede replicarse en Ecuador, en Perú y en Chile”, señaló.
Recordó que el PMA tiene experiencia porque lo ha hecho en todo el mundo y agregó que existe la voluntad de los países de conocer cuáles son las mejores prácticas para lidiar con la situación, “pero es un fenómeno nuevo y están aprendiendo”.
Por ello, según Barreto, es “urgente” que haya una conferencia regional de emigración, “que los países tengan aproximaciones homogéneas respecto a cómo tratar este tema, no sólo del tránsito y la acogida, sino de soluciones a largo plazo que permitan que estas poblaciones puedan integrarse con derechos y responsabilidades”.
“Si en este momento seguimos dando alimentos y medicina a las personas que están cruzando no vamos a solucionar el problema porque las personas van a seguir moviéndose y en el camino no van a tener ningún tipo de apoyo”, advirtió
De acuerdo con cálculos de la ONU, cerca de dos millones de venezolanos han abandonado su país ante la crisis. De ellos, casi un millón se ha instalado en Colombia.