La producción de palanquillas del Complejo Siderúrgico Nacional (CSN), materia prima para realizar productos terminados del sector construcción, cerró en 100.524 toneladas en 2016, operando a una capacidad de 12,18%.
Alejandro Álvarez, secretario general de planta Casima (Sidernac), señaló que la
factoría finalizó con 70.524 toneladas de palanquillas de 450.000 toneladas que es su capacidad instalada. La empresa estatal operó a 15,67% de su capacidad.
En 2015, la producción de la siderúrgica se ubicó en 59.893 toneladas de palanquillas, operando en 13,31% de su capacidad instalada. El crecimiento de la producción de palanquillas interanual fue 15%.
En cuanto a la otra acería del complejo, su producción, según Álvarez, alcanzó las 30.000 toneladas de palanquillas, lo que representa 8% de su capacidad instalada.
Las palanquillas producidas en las dos acerías abastecen a las
plantas laminadoras del complejo siderúrgico. Hasta el mes de noviembre del año pasado, la empresa había producido 80.092 toneladas en las laminadoras.
Cuestión laboral
El sindicalista Alejandro Álvarez manifestó a
El Mundo, Economía y Negocios que la directiva de planta Casima desconoce las atribuciones legales de
Sidernac, al despedir 8 trabajadores de la empresa estatal y realizar 12 nuevos ingresos el pasado 23 diciembre.
“Están desconociendo la cláusula siete del contrato colectivo, que obliga a la empresa consensuar con el sindicato los nuevos ingresos a la planta”, dijo.
También la empresa
incumplió con el beneficio de los juguetes a los niños, aunque depositó hasta 400.000 bolívares por trabajador.
“Además el plan vacacional, que se realizó en diciembre, la directiva de la siderúrgica decidió reducirlo a tres días cuando lo concertado con el sindicato eran cinco días. Están ejecutando decisiones sin consulta”, añadió.
Por ello, Álvarez recalcó que al menos 200 trabajadores se encuentran de brazos caídos desde el pasado lunes “hasta que haya un proceso de diálogo en la acería”.
Se espera que para el próximo martes comience la primera campaña productiva, pero la falta de insumos y la situación laboral atenta ante el cronograma de producción.