El programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud) divulgó un informe en el que ubica a Venezuela como uno de los países con un alto Índice de Desarrollo Humano (IDH).
El IDH es un indicador científico que aplica el Pnud para medir avances de la esperanza de vida, alfabetización y calidad de vida digna de la población. La medición total del IDH es determinado mediante una banda entre cero y uno. Mientras más cerca del uno, mayor es el IDH del país evaluado.
En el informe, Venezuela destaca con un puntaje de 0,767 por encima de Brasil (0,754), Perú (0,740) y Colombia (0,727).
La Pnud alerta en el informe que pese a los avances en general registrados en el Índice de Desarrollo Humano a nivel general durante los últimos 25 años, persisten la pobreza extrema y la exclusión en América Latina, debido principalmente a la distribución inequitativa de los ingresos.
El informe alerta sobre el papel de la mujer, quien continúa siendo más pobre en términos generales, en parte por el trabajo no remunerado que atenta contra su desarrollo profesional y personal. También alerta sobre la profundización de desigualdades contra la población indígena, quienes en promedio reciben menos años de educación.
El informe resalta la necesidad de orientar las políticas universales para reducir los déficits en desarrollo humano entre los excluidos. Directamente recomienda promover un crecimiento inclusivo, con énfasis en las mujeres y movilizar recursos para atender las prioridades en materia de desarrollo humano.
“Las inversiones centradas en las prioridades de desarrollo humano pueden generar servicios e infraestructuras de bajo costo pero de alta calidad para los grupos desfavorecidos y marginados”, refiere el texto.
Venezuela ha mantenido una política de protección de los derechos sociales del pueblo, pese a los planes desestabilizadores de la derecha nacional, en alianza con sus agentes internacionales, que incluye la puerta en marcha de una guerra económica (caracterizada por el acaparamiento, sobreprecios y contrabando de alimentos y medicinas); un bloqueo financiero internacional (bloqueo de cuentas para la importación de insumos y rubros prioritarios, uso partidista del riesgo país); y falacias para sembrar duda entorno a la solvencia de Venezuela en el pago de sus compromisos internacionales.