Vicente Pérez, director ejecutivo de Fedeagro, espera que el 80% del precio de la producción de café sea liberado y el 20% sea regulado.
Explicó que esta es la propuesta que la agroindustria presentará próximamente en la reunión a la que fueron convocados por el Ejecutivo para que la rentabilidad del negocio se extienda a los agricultores y productores del rubro.
“Nosotros no hemos sido convocados a ese encuentro entre el Ejecutivo Nacional y la agroindustria, sólo queremos seguir abasteciendo”.
Recordó que la Sundde publicó hace dos años una Resolución en la que establecieron varias denominaciones desde la una hasta la cinco, para que a partir del número tres, cuatro y cinco el mercado decidiera los precios de los rubros dejando libre la categorías uno y dos.
“Medida de la que nadie puede decir que fue negativa, por el contrario. Esa fue la válvula de escape que se le dio a toda la cadena del café para que haya rentabilidad entre productores y agricultores”.
Sin embargo, considera que como liberaron los rangos uno y dos también debieron haberlo hecho con el tres hasta el cinco. “Porque si soltaron el café al productor lo mismo debió ocurrir con el procesado o lo que se conoce como gourmet, esa situación tiene dos años sin cambio alguno y funcionó perfectamente. Luego, cuando el vicepresidente de Economía Sectorial, Tareck El Aissami estableció por parte del Ejecutivo Nacional los precios acordados, fijó el del café entre 6.000 y 12.000 bolívares el kilo de café cuando ya estaba en 40.000 bolívares el liberado, eso no tiene sentido y lo que ha pasado con este rubro es que con este precio no aparece en el mercado”, explicó Pérez.
Señaló que se necesitan de cuatro o cinco años para volver a los niveles anteriores en la producción de café. “El país pasó de 2 millones de quintales, a producir una cuarta parte” a lo que agregó que “se dejó de exportar café, no por el volumen, sino por la calidad”.
Amplió que este es uno de los principales problemas que ha tenido el sector en los últimos 20 años. “Por la falta de rentabilidad, el agricultor se ha visto en la necesidad de ahorrar costos en la producción lo cual ha impactado en la calidad del café”.
“Sin embargo, está en proceso la recuperación de la caficultura. La cosecha pasada fue de 600 – 700 mil quintales”, añadió.