La brasileña Petrobras negó este miércoles que tenga interés en explotar reservas petroleras en Venezuela en caso de que sean ofrecidas a empresas de otros países con la hipotética caída de Nicolás Maduro, cuya legitimidad como presidente es desconocida por varios gobiernos, incluso Brasil.
«Es una hipótesis que no estamos considerando. No estamos considerando nada en Venezuela», afirmó el presidente de la petrolera estatal, Roberto Castello Branco, en una rueda de prensa en Río de Janeiro, al ser interrogado sobre el interés de algunas multinacionales en las gigantescas reservas venezolanas en un escenario sin Maduro.
«Venezuela no está en nuestros planes», insistió el presidente de Petrobras, empresa que ya operó en asociación con la estatal venezolana Pdvsa y que durante muchos años negoció sin éxito la posibilidad de una asociación entre ambas empresas en la construcción en una refinería en Brasil.
Castello Branco agregó que el petróleo venezolano tiene características muy diferentes al producido por Brasil, por lo que tampoco interesaría a las refinerías brasileñas.
«El presal es mucho mejor que cualquier reserva de Venezuela», agregó el ejecutivo al referirse a las gigantescas reservas que Brasil descubrió en aguas muy profundas del océano Atlántico por debajo de una capa de sal de dos kilómetros de espesor y que pueden convertir al país en uno de los mayores exportadores mundiales de petróleo.
«Consideramos que la frontera global de explotación de petróleo en el mundo es el presal», agregó.
El presidente de Petrobras agregó que la compañía brasileña no teme ningún tipo de impacto inmediato en el mercado mundial de petróleo con un posible cambio de Gobierno en el país vecino.
«No soy un científico político ni creemos en las previsiones de los científicos políticos pero, si Maduro cae, consideramos que las cosas pueden cambiar en Venezuela pero para que el país recupere su capacidad de producción demorará muchos años», afirmó.
«Pdvsa fue destruida. Se trata de una empresa que producía hasta 3 millones de barriles diarios de petróleo y hoy no produce más de 400.000 barriles diarios, mientras que aumentó su número de empleados», aseguró.
Castello Branco igualmente negó que Petrobras tenga planes para realizar nuevas inversiones en el exterior tras prácticamente haber vendido todos sus activos fuera de Brasil.
Aseguró que la decisión de la empresa de adquirir recientemente paquetes de datos geofísicos y geológicos en áreas de interés en Israel y Guayana no significa que la empresa esté interesada en invertir en esos países.
«Tan sólo queremos saber lo que ocurre en otras regiones. Nuestra política es mantenernos informados sobre lo que ocurre en el mundo global de petróleo. No hay cambio de política ni ninguna intención de inversión en el exterior», afirmó.
«Salimos del resto del mundo y estamos concentrando operaciones en Brasil. En este momento no existen perspectivas de invertir fuera del país, primero porque no tenemos dinero y segundo porque no tenemos una estrategia para convertirnos en empresa global», dijo.
El ejecutivo agregó que Petrobras no puede cometer los errores del pasado, en referencia a los gobiernos del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) de Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff, de comprar activos en el exterior sin ningún criterio.
«No podemos permitir que se repita lo que está ocurriendo en Uruguay, en donde desde hace tres años estamos perdiendo dinero. En Uruguay somos obligados a comprar gas en Argentina a precio del mercado para venderlo en el mercado uruguayo a precio subsidiado», afirmó.
Petrobras anunció en abril pasado que venderá la red de puestos de gasolina PUDSA en Uruguay.
La petrolera brasileña también es la controladora de la Distribuidora de Gas de Montevideo (DGM), de la que tiene un 100 % del capital, y de la igualmente distribuidora de gas Conecta, de la que tiene un 55%.