“Queremos producir alimentos hechos en Venezuela para los venezolanos, pero sin los insumos y las herramientas necesarias no podemos hacer milagros”, afirmó Antonio Pestana, presidente de Fedeagro. Quedan 45 días para el inicio de la siembra del ciclo de invierno que comienza a finales de abril y principios de mayo y los productores agropecuarios no cuentan con inventarios de agroquímicos.
“La producción será muchísimo menor este año porque sin semillas, fertilizantes y herbicidas no hay milagro que valga”.
Recordó que en el pasado empezaban con el acopio de agroquímicos en noviembre del año anterior. Para esta fecha en 2016 ya las asociaciones tenían en sus depósitos 30% de esos insumos. En enero entregaron al Ministerio de Agricultura y Tierras la intención de siembra y la demanda de insumos requeridos para cumplir con las metas de producción de este año, informó. “A pesar de habernos anticipado presentando los requerimientos de insumos, a la fecha no disponemos de un solo kilo de fertilizante, tampoco se ha concretado con los proveedores internacionales la compra de semillas, especialmente las de maíz, sorgo, hortalizas, soya y la de pasto. Igual suerte corre el abastecimiento de agroquímicos”.
Alertó que el rendimiento de las siembras permanentes como el café, la caña de azúcar y los frutales, va a ser mucho más bajo porque no se han atendido adecuadamente. Similar situación se presentará con el arroz. “Debimos estar cosechando por un lado, ocupándonos de la nueva siembra por el otro, pero no tenemos fertilizantes ni agroquímicos”.
Recalcó que en muchas ocasiones terminan aplicando lo que se consigue, lo que al fin y al cabo trae consecuencias negativas sobre la producción.
“Se ha perdido tiempo valioso en el acopio de insumos, sobre todo de fertilizantes y semilla, imposibles de recuperar. Advertimos sobre la grave caída de la producción de alimentos por no haberse tomado decisiones a tiempo”.
Dependencia de importaciones.
El presidente de Fedeagro detalló que en 2016 la producción agrícola satisfizo solo un tercio de las necesidades de consumo nacional. La dependencia de productos importados alcanzó 65%. En el caso del azúcar el abastecimiento representó 21% de los requerimientos. “Es importante referir que en años recientes Venezuela se autoabastecía de maíz blanco, arroz y café, y en azúcar el aporte nacional superaba 65% del consumo”.
Datos recopilados por la organización muestran que en 2016 el país demandaba 1,6 millones de toneladas de maíz blanco y la producción nacional cubrió 31%; en maíz amarillo se necesitaban 2,5 millones de toneladas, que fueron cubiertos 36% por la producción nacional; en arroz se precisaban 1,2 millones de toneladas y se alcanzó satisfacer 35% de la demanda; en café se necesitaban 1,6 millones de quintales, de los cuales se atendió 32%; y en azúcar se requerían 15 millones de toneladas y se cubrió una quinta parte con la producción.
Adicionalmente 75% de las áreas destinadas a sembrar hortalizas no se utilizaron por falta de insumos, especificó Antonio Pestana, que leyó un documento avalado por la directiva de la asociación. “La producción desde 2006 viene cayendo de manera sostenida”.
“En los últimos años lo que pasó es que se pararon las importaciones debido a que los precios del petróleo no pueden satisfacer ese apetito voraz, por eso los venezolanos sentimos más las consecuencias”.
Cuestionó que se le haya quitado a Pequiven la venta y distribución de fertilizantes y que sea Agropatria la que ahora lo haga. “Es necesario rescatar la actividad privada en la oferta de insumos a los productores agropecuarios y cesar el intervencionismo y el monopolio de Agropatria, que ahora pretende sumar la total discrecionalidad de la distribución de fertilizantes”. Pestana sugirió que esa manera de proceder favoreció el bachaqueo.
“Nosotros no tenemos semillas ni agroquímicos, pero se consiguen en reventa a tres o cuatro veces el precio”.
Pidió al gobierno que adelante gestiones para satisfacer la demanda crediticia del sector y exigió aplicar acciones que enfrenten la delincuencia. “Cada día es más peligroso vivir y producir en nuestros campos, y esta situación se refleja en nuestros costos y en la caída de la producción”.
“Rubros como las hortalizas, la caña de azúcar y el arroz han visto mermados significativamente sus capacidades productivas motivado a la extorsión, el secuestro, el robo de equipos y cosechas”. Destacó que es necesario adelantar un programa de atención rural y que los militares antes de intervenir en la producción debían dedicarse a garantizar la seguridad.
Las observaciones del gremio en el Consejo Nacional de Economía no fueron tomadas en cuenta, agregó. Nunca se han reunido con el vicepresidente de la República, Tareck el Aissami. Rechazó que el gobierno haya decidido implementar los CLAP. “Lo ideal es que los venezolanos podamos comprar en bodegas, abastos o los supermercados que uno quiera y que no sea alguien que venga a distribuir los alimentos y me diga qué y cuánto voy a comer”.