El sector turístico venezolano terminó el año 2019 con una caída promedio del 35% en la ocupación a escala nacional. Aun así, inició el 2020 con expectativas positivas y las esperanzas puestas en un mayor dinamismo de la economía registrado en el último período del año pasado. Pero la pandemia, que ya ha afectado a más de 21.000 venezolanos, según cifras oficiales, arrasó con cualquier intento de recuperación.
Así lo confirma la data del Consejo Superior del Turismo (Conseturismo) según la cual el sector cerró el primer semestre del 2020 con una caída de alrededor de un 85% en términos de ocupación, con relación al mismo período del año anterior.
«Esto nos pone en una situación bastante crítica con respecto al mantenimiento de nuestras operaciones en el país. Desafortunadamente, este sector parece ser uno de los últimos que va a reactivarse, así que nos adentramos en el segundo semestre con una gran incertidumbre sobre cuándo podría flexibilizarse la actividad turística», comentó a Banca y Negocios Leudo González, presidente de Conseturismo.
El representante del gremio señaló que a partir del Estado de Alarma decretado en marzo todas las actividades hoteleras fueron paralizadas por no encontrarse dentro de los sectores llamados ‘priorizados’. En consecuencia, la ocupación se desplomó al 3% a nivel nacional, porcentaje en su mayoría representado por huéspedes extranjeros imposibilitados de regresar a sus países de origen así como personal a cargo de misiones diplomáticas.
En ese contexto, los gerentes y dueños de hoteles han tenido que recurrir a sus ahorros y reservas para poder mantener en pie estos establecimientos que, de acuerdo con el registro turístico nacional, ascienden a más de 1.800 unidades, la mayoría conducidos independientemente por grupos familiares, quienes optaron por reducir sus operaciones al mínimo tratando de minimizar los gastos.
«Con la llegada de la pandemia se tuvo que recurrir al bolsillo de cada quien tratando de sostener el mínimo de operación. Un hotel no puede ser cerrado, porque hay equipos y maquinarias que deben mantenerse operando, son muy pocos los que se han quedado esperando a ver qué sucede, la mayoría se mantiene», explicó el empresario.
Sin embargo, indica González, tratar de mantener al día el pago de los servicios públicos que han registrado un incremento importante en los últimos meses, ha hecho más complicado el sustento para el sector.
Aunque el pago de nóminas es una preocupación generalizada desde que inició la pandemia, el representante de Conseturismo asegura que hasta ahora los empleos se mantienen y no ha habido necesidad de despidos. Señala que se han estado cancelando las nóminas en la medida de las posiblidades de cada establecimiento y se han estado haciendo arreglos y reestructuraciones desde el punto de vista de la carga laboral de los empleados.
Ante la urgencia por el aumento de contagios por Covid-19 registrado sobre todo en la región capital del país, el Gobierno nacional ha dispuesto alrededor de un centenar de centros de alojamiento para aislar a casos sospechosos de estar contagiados así como a pacientes asintomáticos; una situación que no solo genera el deterioro y desgaste de las instalaciones sino la necesidad de seguir cancelando obligaciones que, hasta ahora, han corrido por cuenta de cada propietario.
El presidente de Conseturismo explicó que, en una primera etapa, algunos hoteles cedieron sus espacios para alojar a personas que habían tenido contacto con pacientes positivos para pasar allí la cuarentena y despistar la presencia del virus. En una segunda fase fueron solicitadas las instalaciones de otros hoteles para albergar a venezolanos repatriados y de la misma manera poder pasar el confinamiento preventivo y, finalmente, como parte de una tercera etapa, recientemente otros hoteles han sido solicitados para tener en cuarentena a pacientes asintomáticos.
«Esto ha ocasionado que un gran número de hoteles haya tenido que organizar con las autoridades la cesión de estos espacios. Hay una gran preocupación en la gerencia y propietarios de estos establecimientos puesto que no conocemos aún cuando pudiera cesar esta situación», expresó Leudo González.
En ese sentido, el representante del sector turístico dijo a Banca y Negocios que ha sido solicitado al Gobierno nacional evaluar la posibilidad de que el pago de los servicio públicos e incluso servicios privados como telefonía y telecomunicaciones puedan ser exonerados o suspendidos, dado que la carga económica que representan estos para los establecimientos constituye una enorme dificultad para los propietarios.
«Hemos conversado sobre esto y esperamos que en cualquier momento haya un entendimiento y podamos contar con cualquier tipo de ayuda en ese sentido, para poder seguir prestando nuestros servicios. Hasta ahora no hemos recibido apoyo, pero tenemos muchas expectativas», afirmó.
González resaltó que hablar de la ocupación en cuanto a pacientes Covid-19 es complicado «porque esas son cifras que manejan solo las autoridades».
De acuerdo con información de los entes gubernamentales, la Gobernación de Miranda mantiene activos 47 hoteles sanitarios para el aislamiento y tratamiento de pacientes con la infección, mientras que en el Distrito Capital se han activado 66 hoteles, 11 de ellos hoteles sanitarios donde se están atendiendo a más de 800 pacientes PCR positivos, 45 destinados al distanciamiento social por casos sospechosos y 10 hoteles para venezolanos repatriados.
Con relación a una eventual reactivación del turismo en Venezuela, de la que aún no existe estimación, Conseturismo asegura que los operadores del sector están absolutamente preparados en lo que amedidas de bioseguridad se refiere.
González destacó que la gran mayoría de los establecimientos han seguido los lineamientos de la Organización Mundial del Turismo y la Organización Mundial de la Salud, con el objeto de estar preparados para el momento de reapertura.
Finalmente, consideró que hay zonas en el país donde se ha podido controlar mejor la propagación del virus y manifestó que espera se pueda ir reactivando la actividad turística en estas localidades y se abran las puertas a los huéspedes de forma progresiva.
Fuente: Banca y Negocios