El presidente de Banesco, Juan Carlos Escotet, afirmó que prorrogar la intervención del banco por otros 90 días es una medida ilegal y desproporcionada. “No hay razones financieras para extenderla. Eso me lleva a pensar en razones políticas, pero no las sé”.
En el auditorio de Ciudad Banesco, el banquero manifestó su disposición de dialogar con el gobierno para entender lo que está pasando. Añadió que se había mantenido prudente porque esperaba que se aclararan los supuestos vínculos con ilícitos: “Mi prioridad absoluta es Venezuela. Jamás hemos tomado una decisión que pueda dañar al país o a cualquiera de sus ciudadanos”.
Expresó que han cumplido con los requerimientos del gobierno, por lo que esperaba el levantamiento de la medida. “Vislumbro que esta segunda fase será rápida y corta”. Aunque tiene temor de lo que pueda suceder, mantiene la esperanza: “Hemos entregado todo lo requerido”, reiteró.
A pesar de haber estado dispuesto a conversar con el Poder Ejecutivo nunca ha tenido la oportunidad de hacerlo. Hizo referencia a una reunión con el ministro de Agricultura y Tierras, Wilmar Castro Soteldo: “Fue un encuentro complejo, pero respetuoso”.
Escotet tuvo palabras duras contra la Asociación Bancaria de Venezuela. “Creo que es una vergüenza que no haya fijado una posición pública. No hablo de solidaridades automáticas ni de alcahueterías, hablo del buen uso del comportamiento gremial. Los gremios están para defender a sus asociados en momentos en que ocurren circunstancias como estas”, recalcó.
Confiaba en que los ciudadanos ayudarían y apoyarían a mantener el banco: “Banesco es la harina PAN de la banca venezolana. Eso trasciende a los accionistas y fundadores”, dijo.
Negó que la entidad financiera esté en venta. “No hemos recibido oferta por Banesco y aunque tengamos la mejor oferta del mundo, Banesco no se vende. Espero que tampoco me lo quiten”, subrayó.
Personal agotado. Escotet tuvo expresiones de elogio para los que laboran en el banco. Explicó que en medio de la intervención no han dejado de atender el proceso de reconversión bancaria, y afirmó que el personal está agotado. “Desde la intervención de Banesco hemos recibido 558 oficios con 6 requerimientos para atender la auditoría que no tiene precedentes y al mismo tiempo atender la adaptación del nuevo cono monetario”, refirió.
Desde la intervención renuncian 46 personas a la semana, en promedio. “Hemos perdido más de 600 personas y no podemos cubrir las vacantes porque ya nadie quiere venir a trabajar en un banco intervenido”, dijo.
El gobierno intervino Banesco el 3 de mayo pasado para iniciar una investigación por presuntas irregularidades. La medida fue prorrogada el 7 de agosto por 90 días.