El presidente Nicolás Maduro manifestó ayer su rechazo a las opiniones expresadas por su homólogo de Estados Unidos, Donald Trump, y por el jefe del Gobierno de España, Mariano Rajoy, en la reunión que ambos mantuvieron el martes pasado en Washington.
Maduro negó que en el país haya una dictadura e insistió en que es un “doble exabrupto” y una “doble contradicción” pretender calificar a Venezuela de esa forma.
El mandatario aseguró, en una actividad en Portuguesa que fue transmitida por VTV, que Venezuela “es un país democrático, libre y republicano, con un Estado de Derecho y de justicia”, y le señaló a Trump que en el socialismo es imposible una dictadura.
“Nuestra mayor venganza es continuar con la revolución (…) esa es la venganza antiimperialista del pueblo venezolano”, dijo en repudio a las palabras de los mandatarios y añadió que parte de esa venganza será que el oficialismo gane, en las elecciones del 15 de octubre, las 23 gobernaciones del país.
“Yo rechazo y repudio las expresiones intervencionistas, groseras, absurdas, de Mariano Rajoy contra Venezuela (…) es una obsesión”, subrayó y se preguntó por qué el jefe de gobierno de España tiene que salir a hablar en la Casa Blanca de Venezuela. Lo conminó a hablar de España, de Cataluña “y de los problemas entre Estados Unidos y Europa”, no de su país. “Que se olvide de nombrar a Venezuela”, agregó.
Rajoy y Trump se refirieron a la situación de la crisis política, económica y social que atraviesa Venezuela. En ese encuentro, el gobernante estadounidense instó a la Unión Europea a sancionar al régimen de Maduro, mientras que el mandatario español denunció la “deriva totalitaria” del gobierno venezolano.