Al llegar hoy a 73 días de protestas, la oposición pasará a una nueva fase en su lucha por la restitución del orden constitucional: una huelga general y más presión de calle. La Mesa de la Unidad Democrática debatió la agenda a seguir en los próximos días que incluye, entre otras, asesoría jurídica a quienes hoy acudan a la Sala Electoral del TSJ y apoyen el recurso de nulidad de la constituyente. La MUD invitó a tomar el Metro o cualquier transporte y estar a las 7:00 am en el TSJ, en el centro de Caracas. Durante la semana, habrán “marchas sorpresas” (sin especificar sitio al cual irán) hasta una “manifestación masiva” que aglutine a todos los sectores.
“Llegó el momento de que el pueblo se prepare para una gran huelga nacional y una gran movilización de nuevo hacia Caracas. Es hora de una protesta masiva, es hora de la huelga”, afirmó el primer vicepresidente de la Asamblea Nacional, Freddy Guevara, en el acto en honor a los caídos en las protestas, efectuado en la plaza Brión, que se aprovechó para rendir tributos a la delegación venezolana que quedó subcampeona mundial Sub 20, en Corea.
Guevara explicó que no se trata de un paro porque este implica que patronos y obreros suspendan labores, sino de incorporación de sectores a las manifestaciones, según su actividad: “Cada vez la protesta es más cerca de Miraflores y, si es reprimida, la gente sale más. Vamos a ir con mayor presión, sin violencia, hasta que la constituyente sea suspendida y hasta lograr que otro poder público se sume a la fiscalía, que la fuerza armada le retire el apoyo y se tenga una salida institucional. Ahora, la única negociación que aceptará el pueblo es aquella que diga cuándo saldrá Maduro de Miraflores y se elija otro presidente. ¡Eso solo ocurrirá si hay presión!”.
La MUD tiene como objetivo político “parar la ANC” antes del 30 de julio, cuando se elegirían sus miembros, con manifestaciones en los centros de votación, para lo cual Guevara propuso que la sociedad se organice. “Nos mantendremos en las calles”, aseveró la diputada Delsa Solórzano, quien señaló que el triunfo de los jóvenes en Corea muestra, a pesar de las dificultades, lo que son capaces de hacer los venezolanos y era una razón para luchar por la democracia y la libertad.
Cuestionó la represión y lamentó que la GNB pasó a ser, de una institución para el ascenso social, a uno descalificado: “Las madres veían en la Guardia un ejemplo; hoy ensuciaron sus uniformes con sangre de niños que piden libertad en las calles y son nuestros guerreros. Soldados, vamos juntos a construir el país porque, mientras sus jefes están bien, ustedes salen a asesinar”.
La protesta como arte. La jornada de ayer se desarrolló bajo la vigilancia de la PNB, que se apostó por el bulevar de Sabana Grande, en las avenidas El Bosque y Libertador, en previsión de que los manifestantes intentaran cruzar al municipio capital. Nadie se le ocurrió hacerlo, así que la actividad culminó con tranquilidad. Hubo un minuto de aplausos por los caídos; la gente se acostó en el piso; y estudiantes de Unearte presentaron el performance “Venezuela es arte”, que describe cómo la lucha democrática es reprimida y surge la libertad.
Quienes sí pedalearon por el municipio que gobierna Jorge Rodríguez, que el oficialismo creía suyo, fue un grupo de ciclistas denominados Por la Libertad. Desde temprano, recorrieron 20 kilómetros de la capital; desde El Valle, Libertador, hasta Las Mercedes, Baruta. Frente a la residencia Victoria, en El Paraíso, se pararon y rindieron honores con el Himno Nacional a los habitantes de esa urbanización que han sido atacados por los cuerpos de seguridad. Los ciclistas estuvieron por Chacaíto y fueron aplaudidos por los manifestantes. “¡Libertad, libertad, libertad!”, se oyó a su paso. Otros escribieron: “No solo las balas matan; también la indiferencia”, y “Es el momento de ser valientes, no indiferentes” para motivar a quienes no se suman a las marchas.