El secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, pidió el miércoles más sanciones económicas y un eventual uso de la fuerza para resolver la situación en Venezuela, un proceso que estimó «difícil».
Venezuela, sumida en una debacle económica sin precedentes en la historia reciente de la región, vive desde enero un pulso por el poder entre el jefe parlamentario Juan Guaidó, reconocido como presidente interino por Estados Unidos y más de 50 países, y el mandatario Nicolás Maduro, aferrado al cargo con apoyo de los militares y de Rusia y China.
Almagro, que apoya la transición hacia nuevas elecciones propuesta por Guaidó, dijo al participar en un foro en Washington que la comunidad de naciones debe apelar a todas las herramientas disponibles en el marco del derecho internacional para «restablecer la democracia» y atender «la crisis humanitaria» en Venezuela.
«La decisión de permitir que narcodictadores permanezcan en el poder es escandalosa (…) y debemos pensar en algunos instrumentos de derecho público internacional, como la intervención humanitaria bajo la ‘responsabilidad de proteger’, para enfrentar el caso venezolano», dijo.
«Simplemente no podemos dejarlo como está», afirmó, en el encuentro organizado por el Centro Brandemas de la Universidad de Nueva York, en Washington DC.
La «responsabilidad de proteger», o R2P por su sigla en inglés, es un compromiso político asumido en 2005 por Naciones Unidas para prevenir graves violaciones a los derechos humanos. Después de la mediación y las sanciones económicas, incluye un recurso final: el uso de la fuerza, que sólo puede ser autorizado por el Consejo de Seguridad de la ONU.
Almagro, que ya llamó meses atrás a cumplir con este compromiso pero rechazando «inequívocamente» un «ataque armado ilegal», insistió este miércoles con la opción de una intervención humanitaria bajo los términos de la R2P.
El secretario de la OEA afirmó que negarle esta posibilidad al pueblo venezolano no sólo es «política y éticamente inaceptable», sino «contra la ley».
«No debemos dudar al respecto», dijo, e instó a aplicar esta herramienta «de la manera correcta».
– «No es un proceso simple» –
Almagro también se pronunció a favor de incrementar las sanciones al gobierno de Maduro, ya alcanzado por amplias medidas punitivas de varios países, en particular de Estados Unidos.
«Panamá es el único país latinoamericano que ha aplicado sanciones. Necesitamos a todos los países latinoamericanos», dijo, y recordó que en mayo pasado, al desconocer la reelección de Maduro, las naciones de Latinoamérica y Canadá que conforman el Grupo de Lima aprobaron un «muy fuerte paquete» de medidas.
Según Almagro, las sanciones aplicadas hasta ahora «han sido muy precisas y realmente han afectado lo peor de las actividades criminales de la dictadura venezolana».
El diplomático subrayó que la «mejor manera de avanzar» con relación a Venezuela es apoyar a Guaidó, a quien consideró la «última esperanza» para una salida pacífica.
«La solución más violenta que podría aplicarse es la actual», dijo, criticando «eslóganes vacíos» como el «Hands off Venezuela» («Manos fuera de Venezuela»), que propugna Maduro y activistas estadounidenses simpatizantes de la izquierda.
Superar la situación actual en Venezuela «será difícil», apuntó Almagro.
«Mucha gente ha pensado en el día siguiente en Venezuela, pero creo que habrá muchos días antes y después. No es un proceso simple», aseguró.
Sin embargo, dijo que hoy se está en una posición «mucho mejor que hace cuatro años», cuando empezó a denunciar el deterioro institucional en el país.
«Cuando hablamos de esto en aquel entonces era difícil entenderlo, pero el régimen venezolano ha hecho todo lo posible por darnos la razón», evaluó.