Después de que funcionarios de la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos ordenaran bajar entre 20% y 80% los precios de los productos exhibidos en las tiendas de las avenidas 4 de Mayo, Santiago Mariño, bulevares y casco comercial de Porlamar, de la isla de Margarita, los comerciantes afirman que ese tipo de medidas desincentiva la reposición de mercancía, los lleva a la quiebra y al cierre.
Andrés Rodríguez, presidente regional de Fedecámaras Nueva Esparta, indicó que este año ha sido muy duro para los comerciantes de la región. “Esperábamos salvar el año con las ventas de la temporada decembrina, pero la mayoría caerá en pérdida”, afirmó.
En 2016 se les ha hecho muy difícil conseguir mercancía para reponer los inventarios y la que hay disponible tiene precios tan altos que son inasequibles para la mayoría de los consumidores que se enfrentan con una pronunciada caída del poder adquisitivo.
Ahora con la orden de rebaja de precios que impone el gobierno se le da otro golpe al sector, que muchos no podrán superar.
Señaló que en 2016 han bajado la santamaría más de 30% de los comercios que estaban operativos el año pasado y otras trabajan al mínimo incorporando a familiares en las labores para prescindir de los empleados y reducir costos.
Rodríguez indicó que la medida impacta de manera considerable las ventas por el porcentaje de rebaja de entre 20% y 80% que los deja sin la posibilidad de recuperar lo invertido.
Indicó que en 2016 calculan una caída en las ventas que supera el 50%. A su juicio, después de que se abre un comercio, se saca adelante y está operativo por muchos años, cerrarlo resulta sumamente difícil.
Entre las sugerencias que le han hecho llegar los empresarios al Ejecutivo es que les permita tener un dólar libre para importar mercancía, llenar los anaqueles y ofrecer la variedad de bienes a la que estaban acostumbrados los visitantes de la isla. “Los inventarios han estado muy bajos durante todo el año porque el gobierno no ha otorgado dólares para adquirir mercancía en el extranjero, pero tampoco permite que se importe con dólares propios. De esta manera se traba la oferta de productos”, afirmó.
Agregó que quienes importaron mercancía para salvar las ventas del año lo hicieron corriendo un riesgo y ahora incurrirán en pérdidas que podrían llevarlos a la quiebra. Algunos vislumbran la clausura definitiva de sus negocios, ya que reducir los precios los lleva forzosamente a la quiebra por las enormes pérdidas que eso les acarreará.