El senador estadounidense Marco Rubio pidió el miércoles la salida del poder de Nicolás Maduro en Venezuela, cuyo gobierno tildó de “dictadura”, y llamó a reconstruir el país con una iniciativa multilateral similar al Plan Marshall.
“Si bien Estados Unidos y nuestros socios han condenado repetidamente al régimen de Maduro y exigido el fin de la crisis, ahora debemos acompañar nuestras palabras con acciones decisivas”, afirmó el senador republicano por el estado de Florida en una columna publicada en el sitio web de la cadena CNN.
“Es el momento de que las naciones democráticas de la región trabajen juntas y apresuren la salida de Maduro del poder”, agregó.
Rubio, abierto opositor a Maduro, dijo que el gobierno de Venezuela es un “peligro” para sus vecinos y para la seguridad de Estados Unidos, pero no mencionó la posibilidad de una intervención militar en la otrora potencia petrolera sudamericana, algo que el propio presidente estadounidense Donald Trump planteó meses atrás.
En cambio, exhortó a Estados Unidos a persuadir a otros países del continente a “aumentar la presión contra el régimen de Maduro”, “a aliviar la extrema crisis humanitaria”, y “a sentar las bases de iniciativas internacionales que reconstruyan una Venezuela libre y democrática pos-Maduro”.
Rubio, presidente de la subcomisión de Relaciones Internacionales del Senado para el hemisferio occidental, propuso instaurar en Venezuela, sumida en una aguda recesión, escasez de bienes e hiperinflación, un equivalente del Plan Marshall, el programa con el que Estados Unidos reconstruyó Europa tras la Segunda Guerra Mundial.
“Este plan debería incluir inversión del Banco Interamericano de Desarrollo, al que Estados Unidos contribuye, y de otras organizaciones económicas internacionales alineadas con nuestros intereses”, dijo.
Rubio acusó al “régimen del dictador Maduro” de corrupción y de patrocinar el narcotráfico y dar refugio a organizaciones que Estados Unidos considera terroristas, como las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), última guerrilla activa de Colombia.
El senador, miembro de la comisión de inteligencia del Senado, también cuestionó la asociación de Caracas con “enemigos” de Estados Unidos, entre los que mencionó a Cuba, Rusia, Irán y el movimiento chiita libanés Hezbolá.