El secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, anunció este miércoles que la próxima semana presentará la tercera entrega de su informe sobre la crisis de Venezuela en el que recogerá, entre otros, el “aumento” de los presos políticos y los asesinatos.
“Actualizaremos el informe que presentamos en marzo con un estado de la situación de la represión en Venezuela, el aumento de los presos políticos, de los asesinatos sistemáticos (…) y el antejuicio a la fiscal general”, Luisa Ortega, indicó Almagro en la rueda de prensa de clausura de la 47 Asamblea General de la OEA.
Se trata de la tercera entrega del crítico y exhaustivo informe en desarrollo sobre Venezuela que Almagro comenzó el 31 de mayo de 2016 y continuó el 14 de marzo de este año, cuando llamó a suspender a Venezuela de la OEA si el Gobierno no convocaba a elecciones generales, una petición que rechazaron los Estados miembros, reseñó Efe.
Almagro dio entonces ese paso, que sorprendió a todos en la OEA, como última medida de presión para que el presidente Nicolás Maduro convocara a elecciones y tras constatar el “fracaso” de todos los intentos de diálogo.
“Aprobar la suspensión del desnaturalizado Gobierno venezolano es el más claro esfuerzo y gesto que podemos hacer en este momento por la gente del país, por la democracia en el continente, por su futuro y por la justicia”, concluía Almagro en un escrito de 75 páginas dirigido al Consejo Permanente para que lo enviara a los países.
Afirmaba que, “en la historia cercana” del continente, “no existe un dictador que haya triunfado contra la voluntad colectiva de los países democráticos” y subrayaba que, desde la aprobación de la Carta Democrática Interamericana en 2001, la región “ha cerrado el paso a cuanto dictador ha intentado perpetuarse como gobernante”.
Ese informe de Almagro actualizaba el que publicó el 31 de mayo de 2016, con el que invocó la Carta Democrática e inició un proceso que quedó abierto en junio de ese año porque los países de la OEA prefirieron dar tiempo a los intentos de diálogo entre el Gobierno y la oposición en Venezuela.
Este año las naciones de la OEA, sobre todo un grupo de 14 países liderado por EE.UU., México y Canadá, han intensificado sus medidas de presión a Maduro en el organismo, pero prefieren agotar la vía diplomática y solo ven la suspensión como un último recurso.
La suspensión es el último paso del proceso que recoge la Carta Democrática de la OEA y para ello son necesarios 24 votos en una Asamblea General extraordinaria, los dos tercios de los 35 Estados miembro.