La Ley del Régimen Tributario para el Desarrollo Soberano del Arco Minero es un instrumento jurídico que contemplará el modelo económico-financiero para regular las alianzas estratégicas y así impulsar el sector minero, cumpliendo estrictamente con las normativas en materia de protección ambiental, destacó el ministro para el Desarrollo Minero Ecológico, Víctor Cano.
“El Arco Minero del Orinoco es parte esencial para diversificar la economía a partir de la minería, respetando y cuidando a la madre Tierra, pero sobre todo se respetará a los pueblos indígenas, porque cualquier proyecto minero tendrá una consulta previa. El artículo 5 de dicho proyecto establece destinar buena parte de los tributos para la adquisición de nuevas tecnologías en materia de investigación, seguridad industrial, protección y saneamiento ambiental. Es la reinversión en el Arco Minero para mejorar las técnicas”, dijo.
Resaltó que en las últimas dos semanas se firmaron 24 alianzas estratégicas entre 2.000 mineros y la Corporación Venezolana de Minería.
“Con estas alianzas suscritas con la pequeña minería, se pretende avanzar hacia un nuevo modelo minero desde el enfoque ecológico”, indicó.
Cano recordó que el presidente de la República, Nicolás Maduro, anunció a principios de diciembre un Plan de Ordenamiento de Gestión Productiva de la Minería en Venezuela, que apunta hacia un mejor aprovechamiento de los recursos del Arco Minero del Orinoco, ubicado al Sur del país, con una alta riqueza en minerales tales como diamantes, oro, hierro y bauxita, que representan un potencial de 1,6 billones de dólares.
Señaló que para cumplir con este propósito, se autorizó la incorporación de 23 nuevas áreas ubicadas dentro de este espacio natural, algunas de ellas identificadas con los nombres de Apanao, Guasipati, Hojalata 1 y 2, y Sifontes Norte, y representadas en un territorio de tres mil 409 kilómetros cuadrados en total.
Asimismo, destacó que el Motor Minero de la Agenda Económica Bolivariana superó en 2017 las 8,1 toneladas de oro aportadas a las reservas de la nación, que se encuentran en el Banco Central de Venezuela (BCV).