Al término de la reunión sostenida ayer en Montevideo por el Grupo Internacional de Contacto (GIC) y el Mecanismo de Montevideo, se informó que los representantes de los países participantes acordaron trabajar juntos, pese a las diferencias de criterios entre sus miembros, por una salida “pacífica y democrática” a la crisis que afecta a Venezuela; pero según reportaron medios locales, en la declaratoria conjunta no se menciona la palabra “elecciones”, como era la aspiración de la mayoría de los europeos.
“El GIC confirmó su disposición para trabajar junto con el Mecanismo de Montevideo con el propósito común de lograr una solución pacífica y democrática” para Venezuela, dice un borrador de la declaración final del encuentro, adelantado por el diario local El País, que no incluiría menciones a la palabra “elecciones”.
“Si bien se asume que hay posiciones políticas diversas, todos los países del GIC comparten un mismo objetivo, enunciado en esta declaración”, añade el texto. Además, los miembros del GIC se comprometieron a movilizar más ayuda humanitaria para Venezuela.
El GIC, se señala en el borrador, “expresa su compromiso para movilizar más asistencia en áreas que sean requeridas para aliviar la situación humanitaria en Venezuela”. Una comisión técnica deberá presentar un informe en una próxima reunión de ambos grupos fijada para marzo próximo.
El Grupo Internacional de Contacto, en declaraciones propias expresadas por la alta comisionada de Relaciones Exteriores de la Unión Europea, Federica Mogherini, pide establecer garantías para un proceso electoral creíble en el menor tiempo posible. Tal posición fue desestimada por los integrantes del Mecanismo de Montevideo, promovido por México y Uruguay, quienes insistieron en eludir la propuesta europea.
Unión Europea llevó dos temas
Las discusiones del Grupo de Contacto promovido por la Unión Europea, y las de México y Uruguay con sus invitados latinoamericanos y del Caricom, en busca a una salida a la crisis venezolana, giraron en torno a dos propuestas básicas planteadas por la alta representante de Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la UE, Federica Mogherini: celebración de elecciones y rechazo a cualquier intervención militar.
Sostuvo Mogherini en rueda de prensa conjunta con el presidente de Uruguay, Tabaré Vásquez, que en principio los participantes en el encuentro podrían tener diferentes puntos de vista y lecturas sobre las causas de la crisis, pero que comparten un mismo objetivo: “contribuir a una solución política, pacífica y democrática”.
Pero reiteró su posición en el sentido de considerar que “una iniciativa internacional es importante para acompañar una salida pacífica y democrática a través de elecciones libres y transparentes”. Advirtió, por otra parte, que “la situación en Venezuela requiere evitar la violencia interna y la intervención externa y abrir el camino para un proceso político creíble que conduzca a elecciones anticipadas”, y que la crisis venezolana amenaza con desestabilizar a toda la región e incluso más allá, ya que muchos venezolanos también son ciudadanos europeos.
Igualmente, el canciller español, Josep Borrell, mostró su reserva con la propuesta de diálogo impulsada por Uruguay y México, y dijo que el grupo (el europeo) tiene como objetivo “ayudar e impulsar a que se celebren elecciones presidenciales”. Mientras que Tabaré Vásquez, el anfitrión, hizo múltiples alusiones al diálogo pero no habló de convocar a elecciones en Venezuela. Señaló que “la mayor disyuntiva que tiene planteada Venezuela es la paz o la guerra, por eso nuestro insistente llamado a la serenidad a las partes involucradas y a la prudencia a la comunidad internacional”.
Con reportes de AP y AFP
Oposición dice que no participará en diálogo
En entrevista que publica este jueves el diario El país, de Uruguay, el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, afirma, sobre la reunión en Montevideo: “Nuestra decisión es no participar en esa iniciativa. La razón es la siguiente: las fuerzas democráticas venezolanas ya hemos participado en esfuerzos de diálogo, negociación y acuerdo en varias oportunidades con el régimen de Nicolás Maduro. Lo hemos hecho dentro y fuera de Venezuela, de manera privada, y también públicamente. Solos y con acompañamiento internacional. En la última ocasión entre los meses de diciembre 2017 y enero 2018 en la República Dominicana con el apoyo del presidente de ese país, Danilo Medina, quien se comprometió mucho en ese intento, y con la presencia de los cancilleres de México y Chile. Ellos son testigos de excepción de lo ocurrido. La consecuencia invariablemente en todos esos procesos ha sido la misma: el incremento de autoritarismo del régimen y de la represión. Al final de cada proceso de diálogo hay más presos políticos y menos derechos para los ciudadanos venezolanos. Es decir, una situación en la cual Maduro y la cúpula que lo rodea no solo no ceden nunca en nada, sino que además aprovechan esa circunstancia para blindar aún más la dictadura. Como se comprenderá, nosotros no podemos prestarnos a una nueva maniobra de ese tipo”.