La Corte Internacional de Justicia (CIJ) en La Haya juzgará la disputa fronteriza entre Venezuela y Guyana ante el fracaso de las partes en alcanzar un acuerdo, informó el martes el jefe de la ONU, Antonio Guterres.
Guterres “ha llegado a la conclusión de que no se ha alcanzado progreso significativo” para saldar la controversia” y “ha escogido a la CIJ como el medio a ser utilizado para la resolución”, anunció en un comunicado su portavoz, Stéphane Dujarric.
No obstante, Guterres quiere que la ONU siga desempeñando un papel en las negociaciones.
“Guyana y Venezuela podrían beneficiarse de una continuidad en los buenos oficios de la ONU mediante un proceso complementario establecido sobre la base de las facultades del secretario general”, aseguró Dujarric.
Guterres dijo que sigue comprometido a acompañar a ambos Estados mientras buscan superar sus diferencias.
El ministerio de Relaciones Exteriores de Guyana dijo que daba la bienvenida a la decisión. La CIJ “es el foro apropiado para la resolución pacífica y definitiva de la controversia“, aseveró en un comunicado.
Venezuela reclama soberanía sobre las aguas frente a la región del Esequibo, rica en minerales y en bosques, y una zona marítima del Atlántico con importantes recursos petroleros. Guyana, una excolonia británica, sostiene en tanto que el límite del territorio fue establecido en 1899 por un tribunal de arbitraje.
El gobierno venezolano nunca reconoció ese límite y el conflicto comenzó a caldearse en 2015, cuando se anunció un hallazgo significativo de crudo en una concesión a 190 km de las costas de Guyana que Venezuela asegura está en aguas en disputa.
Más tarde ese año, Guyana anunció que contactaría a Google para eliminar ciertos nombres de calles de la región en disputa que estaban en español y no en inglés, lo cual para Georgetown puede dar a entender que el área pertenece a Venezuela.
Guyana avanza en sus planes para extraer petróleo en las aguas en disputa. Se espera que la producción comience a mediados de 2020.