El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, lanzó este jueves 15 de octubre una llamada de alerta sobre los peligros de la corrupción de gobiernos y empresarios en tiempos de pandemia y advirtió de que puede “minar gravemente la buena gobernanza en todo el mundo” y ralentizar aún más la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
“La respuesta a la pandemia está creando nuevas oportunidades para explotar la supervisión débil y la transparencia inadecuada, desviando los fondos destinados a las personas que más lo necesitan”, dijo Guterres en un breve mensaje, en el que subrayó que ante esta situación de urgencia los gobiernos “pueden actuar apresuradamente sin verificar los proveedores o determinar precios justos”.
El secretario general de la ONU también cargó contra los “comerciantes sin escrúpulos” capaces de vender productos defectuosos, pruebas mal fabricadas o medicamentos falsificados.
Se trata de una mezcla que, para Guterres, ha causado el aumento escandaloso de los precios de bienes necesarios y la desviación de los mercados, y ha impedido que muchas personas tengan acceso a unos tratamientos que les hubieran salvado la vida.
Por estas razones, instó al trabajo en común para acabar con estas prácticas ilegales tomando “medidas drásticas contra los flujos financieros ilícitos y los paraísos fiscales”.
“Juntos tenemos que crear, sin demora, unos sistemas más sólidos para la rendición de cuentas, la transparencia y la integridad. Tenemos que hacer que todos los líderes rindan cuentas”, aseguró Guterres.
Asimismo, animó a las personas conocedoras de estos hechos en gobiernos y empresas a que denuncien los hechos desde el anonimato.
“Debemos proteger los derechos de las personas que denuncian las fechorías y reconocer su valentía”, dijo.
Guterres también recordó que para muchas personas en todas las regiones del mundo, la corrupción “ha sido durante muchos años una fuente de desconfianza e indignación contra sus líderes y sus gobiernos”.
“Pero la corrupción en los tiempos de covid-19 tiene el potencial de minar gravemente la buena gobernanza en todo el mundo y de desviarnos aún más del camino para lograr los Objetivos del Desarrollo Sostenible”, concluyó.
Fuente: El Nacional