“El país, que una vez fue el más rico de América Latina, ya no puede alimentar a su gente, afectada por la nacionalización de las granjas, así como por los controles de precios y moneda”, señaló el artículo que se destacó en la portada del diario estadounidense este sábado
Jean Pierre Planchart, un niño de un año, pesa sólo 5 kilos. Su madre, María Planchart, trató de darle de comer lo que podía encontrar entre las bolsas de basura. Finalmente lo llevó a un hospital de Caracas, donde reza por un brebaje de leche de arroz que mantiene vivo a su hijo.
Venezuela era en otro tiempo el más rico de Latinoamérica. El país ahora no puede crecer lo suficiente para alimentar a su propio pueblo en una economía afectada por la nacionalización de las granjas privadas y los controles de precios y moneda.
Durante más de un mes, los venezolanos han protestado contra el gobierno de Nicolás Maduro; hasta el viernes, más de 37 personas habían sido reportadas muertas en los disturbios. El Ministerio de Alimentación, la oficina del presidente, el Ministerio de Comunicaciones y el Ministerio de Relaciones Exteriores no devolvieron llamadas ni correos electrónicos solicitando comentarios para este artículo de The Wall Street Journal.
Un estudio reciente realizado por Caritas sobre 800 niños menores de 5 años en Yare y otras tres comunidades mostró que, en febrero, casi el 11% sufría de desnutrición aguda grave, en comparación con el 8,7% en octubre.
Caritas dijo que casi una quinta parte de los niños menores de 5 años en esas cuatro comunidades sufría de desnutrición crónica, lo que impide el crecimiento y podría marcar una generación.
Según los estándares de la Organización Mundial de la Salud, las conclusiones de Caritas constituyen una crisis que requiere que el gobierno organice una ayuda extraordinaria. Pero las autoridades han resistido las ofertas de alimentos y ayuda del extranjero.
La desnutrición creciente del país se agrava por una interrupción de la atención de la salud, la propagación de enfermedades transmitidas por mosquitos y lo que la Federación Farmacéutica de Venezuela ha llamado una grave escasez de medicamentos.