En la materia cambiaria el Gobierno se debate entre varias opciones, ya que las distorsiones se han exacerbado.
El diferencial entre los cambios oficiales y el marcador del mercado negro son exorbitantes y sin ninguna explicación que tenga fundamentos económicos. Sin embargo es una realidad que existe y que afecta el día a día de los venezolanos.
El Gobierno está obligado a dar una respuesta eficiente a lo que ha denominado una “guerra económica” que incluye el ataque a la moneda.
La experiencia reciente indica que medidas de mercado incidieron de manera importante en un control sobre el mercado negro.
En el primer trimestre del año 2016, el presidente Maduro hizo un movimiento estratégico en su equipo económico y una de las decisiones fue darle mayor dinamismo al mercado cambiario y se implementó un tipo de cambio flotante o Sistema de Divisas Complementario (Dicom) que tuvo desplazamiento importante en los primeros seis meses de vigencia, lo que detuvo el movimiento acelerado del dólar negro, además un cierre importante del diferencial entre este tipo de cambio oficial y el dólar paralelo.
Hoy estudian diversas fórmulas para enfrentar la situación en donde cobran mayor fuerza dos opciones, que debaten entre un ajuste cambiario de “un solo jalón” o repetir el movimiento agresivo de desplazamiento al alza del tipo de cambio.
El nuevo año se vislumbra difícil y es indispensable para el Gobierno aprovechar el empuje de los precios del petróleo en el primer trimestre del año. Pareciera que no hay tiempo para demorar decisiones en materia cambiaria. Mientras que el mercado, los empresarios y trabajadores esperan anuncios para definir sus estrategias.