Desde el pasado 31 de julio, el Índice Bursátil de Caracas, acumula un incremento de 60,86%, extendiendo la brecha con respecto al aumento que ha tenido el Dólar en el mercado paralelo.
El rendimiento del IBC era de apenas un 2,14% con respecto a la devaluación de la moneda, al cierre del séptimo mes del año. Esta diferencia se ha acrecentado tras las ocho primeras jornadas bursátiles del mes de agosto, mes en el que el IBC ha acumulado un incremento de 60,86%, liderado principalmente por las acciones de empresas como Banco Provincial, Domínguez & Cía. y Corimon, las cuales acumulan retornos en los últimos 5 días de 97,78%, 59,22% y 53,59%, respectivamente.
En lo que va de año, el Índice Bursátil de Caracas acumula un incremento de 2.566,75%, en comparación con un aumento del Dólar de 1.852,05%. Esto ha significado que hasta la fecha, y sin incluir gastos de comisiones ni retenciones, el IBC haya rendido 38,59% por encima del tipo de cambio, lo que tras el comportamiento que ha mostrado el indicador bursátil venezolano en los últimos tres años, lo siguen posicionando como una herramienta a tomar en cuenta para proteger el poder adquisitivo de los venezolanos e incluso -tal como se ha demostrado- generar rendimientos positivos sobre las inversiones realizadas.
Las empresas venezolanas han encontrado en el Mercado de Capitales Venezolano una opción de financiamiento que a razón de la política monetaria restrictiva que ha aplicado el Banco Central de Venezuela -vía encaje legal- se encuentra asfixiando a las entidades financieras.
Según información oficial de la Superintendencia Nacional de Valores (Sunaval), las emisiones y estructuraciones de Obligaciones Quirografarias, Papeles Comerciales y Titularizaciones hasta el 30 de Junio de este año, alcanza la cifra de 51 emisiones, cuando para la misma fecha del año 2018 la cifra era de apenas 27.
Cabe destacar, que estas emisiones han sido hechas en su mayoría por empresas cuyas acciones no cotizan activamente en la pizarra de la Bolsa, lo cual demuestra un acercamiento de un nuevo conjunto de empresas venezolanas hacia el mercado de capitales venezolano.
En medio de un empequeñecimiento tan notorio de la actividad económica, junto a la falta de incentivos empresariales que limitan la operatividad de nuestra economía, es improbable que el mercado de capitales entre en una fase de crecimiento orgánico que les permita a las empresas ser rentables y devolverle estos beneficios a sus accionistas.
Además, como siempre destacamos, no ha existido en la historia de los países que han atravesado procesos hiperinflacionarios, un activo que asegure enteramente una cobertura plena ante el incremento de precios galopante que afecta al país; sin embargo, en Venezuela, invertir en acciones se ha convertido en un mecanismo eficiente de cobertura frente a la pérdida de valor de la moneda y la depreciación del dólar.
Por último, somos enfáticos en que hay que tomar en cuenta que la inversión en la Bolsa de Valores Caracas conlleva implícitamente un nivel de riesgo mayor que la compra de divisas, debido al contexto económico tan complejo por el que atraviesa el país. Por otra parte, también hay que considerar, que la compra de divisas tampoco está exenta de riesgo, en gran medida debido a la existencia de un rezago cambiario, en el que nos encontramos con un bolívar apreciado en términos reales, por lo que necesitamos cada vez más dólares para cubrir los gastos de nuestro día a día.