Humberto García Larralde, presidente de la Academia Nacional de Ciencias Económicas, aseguró este martes que en Venezuela “hemos cruzado el umbral cuantitativo de la hiperinflación” y que toda esta dinámica de alza en los precios, tiene que ver con distorsiones monetarias, fiscales y macro económicas en general relacionadas con el tipo de cambio.
Tal aseveración se desprende del foro Venezuela en Hiperinflación organizado por la Comisión Permanente de Finanzas y Desarrollo Económico de la Asamblea Nacional.
El catedrático explicó que la deuda pública externa ha aumentado 5 veces más desde el año 2016 y que su monto es 6 veces la capacidad de exportación nacional, y de ahí la imposibilidad del gobierno de pagar, cosa que empeoró con el anunció de reestructurar y refinanciar la deuda pública sin llegar a ningún acuerdo con la banca, aunado a la fuga del capitales desde la implementación del control del cambio.
“Han salido 12 veces más capital que en los 40 años que hemos tenido de democracia, y ello se debe a las políticas totalmente equivocadas y distorsionadas que han provocado desajustes severos que se traducen en hiperinflación y tienen un enorme costo social”, aseveró el titular la Academia Nacional de Ciencias Económicas.
García Larralde recomendó atacar esas distorsiones de la siguiente manera: Eliminando o reduciendo drásticamente el financiamiento monetario del Estado, reduciendo el déficit del sector público, sanear las cuentas fiscales, ir hacia un proceso de unificación cambiaria estabilizada con un generoso financiamiento externo, liberar las fuerzas productivas desmontando los controles y las regulaciones para que el aparato pueda responder ante esta oferta; producir los bienes y servicios que requiere el país y abatir desde la oferta, para reducir la presión sobre los precios.
Alertó que a la fecha, la proyección anual de la inflación utilizando la cifra de un 30%, es de 1.234% aún cuando aclaró que el número es mayor.
El presidente de la Academia Nacional de Ciencias Económicas enfatizó que el fenómeno de se refleja en una pérdida de confianza en el bolívar como depositario de valor, en indexación de los precios y de las remuneraciones en general, un crecimiento desorbitado de dinero sin respaldo o inorgánico, en este caso para financiar al sector público; un colapso del sector externo y un alza desmedida del dólar negro o paralelo, superando así el umbral mínimo que define a la hiperinflación.
“El control de cambio no ha cumplido los fines económicos sino políticos que han sido privilegiar el uso de las divisas discrecionalmente por parte del Estado, controlar y chantajear al sector privado”.
La indexación del ajuste del salario mínimo integral, de los precios y de las remuneraciones. En torno a los precios, vemos que eso se vive cuando aumentan de una semana a otra.
“En este año 2017 han habido 6 ajustes y es, precisamente, esa indexación acelerada de las remuneraciones, sin dejar de pasar por la indexación de los servicios como la telefonía, transporte y otros, alimentando la hiperinflación, pero que no corrige la capacidad adquisitiva de los salarios”, expresó el catedrático.
Agregó que el venezolano está percibiendo un salario con una capacidad adquisitiva de un 65% más bajo que en el 2002, es una carrera perdida que de ninguna manera es la solución a la hiperinflación.
Señaló, asimismo, que el crédito a las empresas públicas no financieras saltó tres veces de un mes a otro de 8 billones de bolívares a 24 billones de bolívares, creciendo aceleradamente hacia futuro. La liquidez monetaria no crece en la misma proporción, no se traduce inmediatamente en masa monetaria circulando, porque va al mercado cambiario, es decir, las empresas lo cambian inmediatamente en dólares.
“El gobierno con sus políticas lo que ha hecho es alimentar al dólar paralelo y financia un gasto público deficitario. La única manera de cómo el gobierno puede cuadrar sus cuentas es con un déficit fiscal en el orden del 17% desde el año 2014 a la fecha, lo que impulsa la inflación”, dijo finalmente.