El gobierno de Estados Unidos está dividido acerca de renovar la licencia a la petrolera Chevron para que permanezca en Venezuela a partir de este 27 de julio. Mientras el secretario de Estado, Mike Pompeo, cree que debe producirse la extensión del permiso, el asesor de seguridad nacional, John Bolton, considera que esta excepción debilitaría la presión sobre la administración de Nicolás Maduro, según información de Reuters.
Se espera que se llegue a una posición de consenso que sería extender la licencia solo por 90 días, en lugar de los seis meses que la empresa petrolera esperaba inicialmente.
El principal asesor económico de la Casa Blanca, Larry Kudlow, también estaría a favor de mantener a Chevron en Venezuela.
El argumento básico del canciller estadounidense Pompeo es que sostener una presencia estadounidense en la industria petrolera venezolana haría más sencillo un proceso de recuperación que puede tardar años.
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Justamente, este 23 de julio el presidente interino reconocido por Estados Unidos, Juan Guaidó, emitió un decreto que asegura a Chevron la propiedad de todos sus activos en Venezuela, el cual considera la no extensión de la licencia como un evento de fuerza mayor, que permitiría a la estadounidense retomar sus operaciones en el país, si cambian las condiciones políticas.
La administración de Nicolás Maduro habría ofrecido a Chevrón una rebaja de 10 puntos porcentuales, de 30% a 20%, a la regalía por barril producido, con el objeto de que la petrolera hiciera presión para conseguir la extensión de la licencia. Lo que sí está claro es que la empresa no desafiará las sanciones impuestas por Trump a la industria venezolana.
El gobierno de Maduro está preparado para expropiar los activos de Chevron en los proyectos de producción de crudo en la Faja Petrolera del Orinoco y de gas en los que participa la estadounidense, y ofrecerlos en venta a empresas chinas y rusas.
Es evidente que el decreto emitido por Guaidó no evitará la confiscación de los activos de Chevron, pero le da herramientas a la estadounidense para que demande, incluso penalmente, a la administración de Maduro y, a la vez, intenta prevenir que, ante un cambio político, la petrolera pudiera accionar judicialmente contra un nuevo gobierno, eventualmente presidido por el titular de la AN.
Los ejecutivos de Chevron en Venezuela son optimistas sobre su permanencia en el país.