El economista Francisco Rodríguez reiteró su propuesta de un programa de petróleo por alimentos para Venezuela, con el objetivo de mitigar los efectos negativos que las sanciones pueden tener sobre la economía.
“Si bien la responsabilidad principal de la crisis recae en las políticas de Chávez y Maduro, que despilfarraron el mayor boom petrolero de la historia venezolana, nuestra investigación indica que las sanciones económicas tienen efectos sobre los sectores más vulnerables y que tenemos que pensar en cómo atenderlos”, sostuvo.
El economista jefe de Torino Economics presentó los resultados del estudio Sanciones y la economía venezolana: lo que dicen los datos, el cual presenta un análisis exhaustivo de las consecuencia e implicaciones de las sanciones económicas impuestas por el gobierno de Estados Unidos sobre el régimen de Nicolás Maduro.
“Aunque las sanciones buscan propiciar una salida democrática a la crisis venezolana, se corre el riesgo de que terminen contribuyendo a exacerbar la crisis humanitaria”, afirmó el economista.
Rodríguez explicó que, al hablar de sanciones, hay que distinguir entre tres modalidades: sanciones personales, que buscan castigar a los culpables de corrupción y violaciones de derechos humanos; sanciones financieras, que limitan el endeudamiento de la nación y la industria petrolera; y sanciones petroleras, que restringen la venta de petróleo venezolano a Estados Unidos.
El estudio publicado por Torino Economics analiza el impacto de los distintos tipos de sanciones económicas. Utilizando una base de datos de 37 economías petroleras, que representan el 95% de la producción petrolera del mundo, la investigación abordó los efectos que las sanciones financieras y petroleras han tenido sobre la economía venezolana.
“Los resultados del estudio indican que las sanciones han afectado negativamente a la producción petrolera de Venezuela”, indicó Rodríguez. “Si bien se puede discutir técnicamente la magnitud del efecto, es indudable que las sanciones han llevado a una merma de los ingresos petroleros”.
Sin embargo, el economista resaltó que las sanciones fueron un elemento secundario en la configuración de la crisis económica venezolana, la cual se debe fundamentalmente a las malas políticas económicas de las últimas dos décadas.
Rodríguez sugirió ir más allá de la discusión sobre el levantamiento de las sanciones. “En lo que tenemos que estar pensando es en cómo mitigamos el efecto que pueden tener las sanciones sobre los sectores más vulnerables,” dijo, al reiterar que los compromisos de ayuda humanitaria obtenidos son insuficientes para lidiar con la magnitud de la emergencia.
El economista recomendó seguir el ejemplo del programa de petróleo por alimentos de Irak entre 1996 y 2003, que permitió al país vender petróleo solo para utilizar los ingresos para la compra de bienes esenciales. “La comunidad internacional no retiró las sanciones al régimen de Saddam Hussein”, afirma Rodríguez. “Lo que hizo fue crear el programa de petróleo por alimentos que permitió proteger a las familias iraquíes de los efectos de estas sanciones”.