La tasa de inflación anual de Venezuela podría alcanzar a 1.370.000% a finales de 2018, ya que el Gobierno no logra cubrir un déficit presupuestario creciente imprimiendo dinero, indicó el Fondo Monetario Internacional (FMI) en un informe.
Esa estimación incluida en la “Perspectiva de la economía mundial” del organismo financiero es superior a la previsión de 1.000.000% que el Fondo realizó en julio y más de cien veces más rápida que su estimación de enero de 13.000%.
En documento reciente del FMI destacó que “los precios al consumidor aumentarán 10.000.000% en 2019”.
Mientras tanto, el ente financiero internacional mantuvo su pronóstico económico para Venezuela sin cambios desde julio, manteniendo su estimación de que el Producto Interno Bruto (PIB) se contraerá 18% en 2018, lo que representa un tercer año consecutivo de caída de dos dígitos a medida que la producción de petróleo disminuye y aumenta la inestabilidad política.
Y advirtió que “años de políticas equivocadas sumadas a un declive en la producción en la importante industria del petróleo del país a un mínimo de setenta años han hundido la economía.
Sin embargo, incluso con la caída de reservas de divisas y la creciente escasez de alimentos y medicamentos, la administración del presidente Nicolás Maduro se resistió en gran medida a levantar una complicada red de controles de precios y divisas que los economistas opinan que es un contribuyente importante a la crisis financiera de Venezuela”.
Maduro aumentó el salario mínimo 24 veces desde que asumió el cargo en 2013 para combatir la inflación, entre estos un incremento en agosto de más del 3.000 por ciento a 1.800 bolívares, que ahora asciende a menos de 20 dólares al mes.
En lugar del impulso político previsto, las empresas ahora están diciendo a los trabajadores que no pueden mantenerlos.
El Plan de Recuperación, Prosperidad y de Estabilización anunciado por el presidente en agosto no aborda ni crea condiciones para abatir el proceso hiperinflacionario, coinciden los analistas, citó AP.
Como parte del plan, el 20 de agosto entró en vigencia una reforma monetaria que contempló la eliminación de cinco ceros a la antigua moneda, aumentó el salario mínimo 3.000% en agosto y 150% en diciembre, elevó los impuestos a las empresas, y paralelamente ancló los precios de numerosos bienes y servicios a la criptomoneda conocida como petro.
Además, estableció restricciones monetarias. Entre las medidas adoptadas por el nuevo plan está el alza del Encaje Legal, es decir el porcentaje de los depósitos que los bancos deben mantener como reserva obligatoria en el Banco Central.
Esos depósitos deben ser mantenidos como reservas líquidas y no pueden ser usados para invertir o hacer préstamos.
Alarma que el tiempo en que los precios se multiplican es cada vez menor. A mediados de 2017, los precios se duplicaban cada ocho meses, pero ahora se duplican cada 10 días, según estimaciones independientes.
Colapso macroeconómico
En 2019, de acuerdo a algunos economistas como Leonardo Buniak, se estima que la contracción de la economía será de 20%, una cifra catastrófica considerando que Venezuela ya ha perdido más de la mitad de su PIB en los últimos años.
Analistas alertan que Venezuela se dirige a un colapso macroeconómico en 2019, resultado de la combinación de una contracción económica agravada y espiral hiperinflacionaria