La Superintendencia Nacional de Valores autorizó la oferta pública de Unidades de Inversión de la primera Entidad de Inversión Colectiva especializada en el sector inmobiliario, denominada Fibra One, que es promovida por Fintech Valores Sociedad de Corretaje.
En concreto, el organismo regulador autorizó la emisión de un mínimo de 20 millones de unidades de inversión y un máximo de 40 millones, a un valor nominal de 100 bolívares cada una y con un monto de inversión mínimo de 100.000 bolívares.
El presidente de Fintech Valores, Guillermo García N., dijo a Banca y Negocios que, en consecuencia, «cualquier venezolano puede participar, puede ser socio de Fibra One».
El objetivo es conseguir un mínimo de 200 socios, que es lo que estipula la norma que rige a las entidades de inversión colectiva, para poder constituir la compañía y solicitar la autorización para cotizar sus acciones en la Bolsa de Valores de Caracas.
«El nombre de Fibra viene porque estos instrumentos son conocidos de esa forma en otros países, especialmente en México. Son fondos de inversión en bienes raíces. Estos fondos, en el caso venezolano, están dentro del marco de la Ley de Entidades de Inversión Colectiva, que prevé la existencia de fondos cerrados, como las entidades de inversión colectiva en el sector inmobiliario», explica García.
Las entidades de inversión colectiva no son nuevas en Venezuela, pero básicamente se concentraban en el segmento de fondos mutuales, donde la banca tenía un claro protagonismo. Ahora resurgen con una óptica diferente como vehículos de financiamiento a actividades productivas, como los agronegocios, por ejemplo, y son promovidos por operadores del propio mercado de valores.
En este caso, Fibra One está habilitada para invertir en cualquier tipo de proyecto inmobiliario, lo que incluye activos turísticos y recreativos.
«Uno de los objetivos de inversión es básicamente la promoción de la construcción, financiamiento, adquisición, comercialización, venta y alquiler de inmuebles de todo tipo; residenciales, oficinas, industriales, comerciales, viviendas. Y también abarcar inversiones en las áreas turística, hotelera y recreacional, tal como lo establece el prospecto de emisión, ya que el fondo puede desarrollar y también invertir en inmuebles de terceros», añade Guillermo García, presidente de Fintech Valores.
El fondo aparece como un vehículo de inversión en activos «duros» que, en opinión de García, ofrecen un buen potencial de rendimiento para una perspectiva de inversión de entre dos y cuatro años.
«Ahora vemos el potencial del mercado secundario, donde un comprador puede hacerse de una oportunidad de un inmueble residencial o una oficina a un precio que puede ubicarse 30% o 40% por debajo incluso de su valor de reposición. Hay muchos inmuebles cuyos precios actuales están muy por debajo del que debería ser su valor de mercado, e incluso de su costo de producción. Es una gran oportunidad para personas que quieran apostar por una recuperación del sector, con una mirada de dos a cuatro años», explica el asesor de inversiones.
Y puntualiza: «aspiramos a democratizar ampliamente la inversión inmobiliaria en Venezuela, estamos haciendo una apuesta muy fuerte en este mercado, porque creemos en su potencial. Por eso el fondo está orientado al sector inmobiliario venezolano».
«Tenemos varios proyectos en evaluación, entre ellos uno muy importante que es, básicamente, de entretenimiento y comida en Carabobo, así como varios proyectos de residencias con el formato de leasing; es decir arrendamiento con opción a compra. Hay en el país proyectos muy interesantes e innovadores, y que van a tener impacto en la economía nacional», concluye Guillermo García, presidente de Fintech Valores.
Esta casa de corretaje de valores también recibió la aprobación reciente para montar un fondo mutual de capital abierto para invertir en acciones cotizadas en la Bolsa de Valores de Caracas bajo la denominación de Índice Bursátil Venezolano.
Fuente: Banca y Negocios