El constituyente y economista Jesús Faría refiere la necesidad de arribar a un sistema de libertad cambiaria con una tasa de cambio competitiva. Considera además que “se debe activar la producción de petróleo, pues esta constituye la principal fuente de divisas y la única que tiene una relativa dependencia de las sanciones”, dice en entrevista con El Universal.
—Recientemente usted señalaba que el Gobierno busca “el objetivo de sepultar definitivamente el control de cambio” y agregaba que ello contribuiría a desplazar importaciones, así como promover la producción nacional y las exportaciones, ¿cómo podemos lograrlo si el país no ha diversificado su producción?
—Establecer un sistema de libertad cambiaria con una tasa de cambio competitiva no es la única condición que hará posible esos objetivos, pero es una herramienta muy importante dentro de un programa económico para el desarrollo. Una tasa de cambio competitiva determina si es conveniente importar o, por el contrario, si resulta más rentable producir y exportar.
—¿Cómo promover la producción nacional en un escenario en el cual las empresas no cuentan con flujo de caja y operan a baja capacidad por falta de insumos importados?
—El factor que incide con mayor fuerza en el desempeño de la producción en la actualidad es la escasez de divisas. Un aparato productivo tan dependiente de las importaciones, situación que surge desde mediados del siglo pasado, no arranca definitivamente y con la fuerza que necesitamos sin las divisas para materia prima, maquinaria, repuestos, que provienen de otros países.
Sin embargo, esta no es una variable exclusivamente económica. Las sanciones impuestas de manera ilegal por el gobierno de Trump han golpeado duramente a la economía y a nuestra población, porque le cierran la posibilidad al país de poder solventar esta situación a través de financiamiento de los mercados financieros internacionales, como lo pudiera hacer cualquier país del mundo. Esto ocurre de manera deliberada, golpean por esa vía, porque saben que así ocasiona el mayor daño con el propósito de derrocar al gobierno del presidente Maduro. Desgraciadamente hay fuerzas políticas y económicas que justifican esa injerencia inaudita.
—¿En qué rubros ha pensado el Gobierno impulsar la producción nacional? ¿O por cuáles sugiere usted se debe comenzar a producir?
—En primer lugar, se debe activar la producción de petróleo, porque esta constituye la principal fuente de divisas para el país y la única que tiene una relativa independencia de las sanciones. Digo relativa porque si bien podemos colocar el petróleo en otros mercados -en caso de que Estados Unidos decida no comprar nuestro petróleo-, la industria petrolera también sufre las sanciones y tiene restringido el acceso al financiamiento externo. Los otros dos rubros fundamentales son alimentos y medicinas.
—¿Considera que el país debe tocar las puertas de organismos financieros internacionales como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Fondo Monetario Internacional, y que esto no se trata de un asunto de derecha o de izquierda, sino que ya no existen más opciones?
—El tema del financiamiento externo no depende de nuestros deseos o necesidades. Existen sanciones muy duras contra nuestro país que descartan la posibilidad de financiamiento de esos organismos multilaterales. Ahí sufrimos el veto de los EEUU, pues este no permitirían ningún acuerdo. Además, especialmente en el caso del FMI, la condicionalidad del acceso a sus fondos es inaceptable. Cuando un país acude a este Fondo, salvo para el empleo de sus propios recursos, tiene que cumplir con la cláusula de condicionalidad, lo cual significa que la aprobación de recursos está sujeta al cumplimiento de un plan de ajuste realmente draconiano, como el aplicado acá por Carlos Andrés Pérez en el 89 y por Caldera en el 96. Esto significa que perderíamos la soberanía sobre el manejo de nuestra política económica, nos obligarían a aplicar políticas en función de las grandes corporaciones, del desmantelamiento del Estado nacional y sus políticas sociales. Esto no es un tema de “izquierda o derecha”, es algo incompatible con los intereses de la nación
—El 20 de agosto el Presidente Maduro reconoció que el Estado había emitido dinero inorgánico y que luego del Plan de Recuperación Económica no se permitiría tal práctica. No obstante, esto ha continuado y ha incidido en el aumento de los precios. ¿Qué sugiere al Gobierno para abolir definitivamente esta práctica?
—Se impone elevar la eficiencia en las erogaciones e inversiones del Estado. Por ora parte, es importante aumentar los ingresos fiscales, lo cual apunta a la ejecución del incremento de la gasolina. El aumento de la producción petrolera también generaría efectos fiscales. Tenemos que ser más eficientes en esas tareas.
—¿Considera acertado incrementar los salarios? ¿No hacen falta otras acciones de política económica?
—Debemos combatir el alza de los precios con su componente especulativo. Eso es absolutamente impostergable, pero mientras alcanzamos los éxitos en este frente, la compensación salarial es indispensable. En un escenario hiperinflacionario es indispensable aumentar los salarios, hay que proteger al pueblo trabajador por la vía de los salarios y de las políticas sociales en general.
—¿Cómo destrancar el juego económico, qué propone?
—La unidad nacional es indispensable para la recuperación económica. Es criminal que sea de otro modo.