La posibilidad de que la solución a la crisis en Venezuela pase por una iniciativa del Vaticano podría rebajar las tensiones internas en el frente antigubernamental en Venezuela y reencaminar una solución política para el conflicto político del país.
El Papa Francisco, según pudo saber la «Agenzia Nova» de Italia, a través de fuentes vaticanas, tendría de hecho la intención de convocar a la Santa Sede al presidente Nicolás Maduro y al expresidente de la Asamblea Nacional (AN), Juan Guaidó.
Dice la agencia que para el líder opositor sería una fuerte legitimación, ante el intento de algunos competidores internos que, a fuerza de más de dos años de «gobierno interino» sin resultados de fondo, solicitan un cambio de estrategia y de mando, volviendo a la mesa con Maduro.
«El expresidente de la Asamblea Nacional (AN) nunca ha considerado que existan las condiciones para un diálogo constructivo, sobre todo en suelo venezolano, también por el temor a que pueda derivar en un mayor alargamiento de la crisis, con Maduro firme en el sillón», comenta la nota.
En este sentido, el Vaticano sería el escenario ideal para devolver a Guaidó al redil: dispuesto al diálogo con Maduro, como pide la parte hasta ahora menos fuerte de la oposición, pero con las garantías que ofrece el Sumo Pontífice para una confrontación sin desequilibrios.
Al presentar la estrategia «real y factible» para llegar a una solución para «salir de la tragedia», Guaidó habló este martes de la necesidad de no llegar a un acuerdo «que mantenga lo existente». Venezuela necesita «un acuerdo de salvación nacional» entre el gobierno «interino» y la coalición de partidos que lo sostiene, «por parte de los actores que conforman el régimen» y «especialmente por parte de las potencias internacionales». Diálogo sí, pero no «conspiración con la dictadura», añadió Guaidó, dirigiéndose a todos los que tienen «legítimas aspiraciones» a liderar la oposición.
«Conspirar con la dictadura para legitimarse como tiranía y la oposición leal a esta tiranía no conduce a la libertad sino a la sumisión y normalización de la peor tragedia que hemos vivido en el país», insistió Guaidó.
La presión sobre el liderazgo de Guaidó ha aumentado con la reciente entrada de dos opositores, como Enrique Márquez y Roberto Picón, en el nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE).
Picón, considerado el estratega y principal artífice de la victoria de la oposición en las legislativas de 2015, es desde hace tiempo una figura política destacada en el país. Y había hecho ruido cuando se puso del lado de Henrique Capriles, el ex candidato presidencial, que invitó a Guaidó a abandonar el «muro contra muro» y aceptar el desafío electoral que le planteaba Maduro, tratando de arrancar las mejores condiciones para acceder a las urnas.
Una carta difícil, pero que con Picón en el CNE parecía posible jugar.
No menos significativa fue la posición adoptada por el principal patrocinador internacional de Guaidó. De hecho, Estados Unidos acogió al nuevo CNE sin las tradicionales excomuniones que acompañaban cada iniciativa de Maduro durante la presidencia de Donald Trump. (https://thelocumguy.com/)
«Corresponde a los venezolanos decidir si el nuevo Cne puede contribuir a la solución de la crisis», explicó el subsecretario del Departamento de Estado en un tuit.
Fuente: Banca y Negocios