La destituida fiscal venezolana Luisa Ortega denunció este miércoles en Brasil lo que ella denomina “la muerte del derecho” bajo el gobierno de Nicolás Maduro y advirtió que la crisis política pone en peligro el equilibrio de toda la región.
“En Venezuela ha ocurrido la muerte del derecho. La estabilidad de la región está en peligro”, dijo la exfuncionaria destituida en medio de una fuerte muestra de apoyo de sus pares sudamericanos reunidos en la capital de Brasil.
Aseguró que tenía “muchas pruebas” sobre supuestos vínculos del presidente de su país, Nicolás Maduro, y de altos funcionarios de su gobierno con el caso Odebrecht, que reveló una vasta red de sobornos en América Latina.
Ortega dijo haber sido perseguida “en el afán de esconder tantos hechos de corrupción, de los cuales tengo muchas pruebas, y concretamente en el caso de Odebrecht, que comprometen a muchos altos funcionarios venezolanos, empezando por el presidente de la República, (y) los miembros de la Asamblea constituyente, Diosdado Cabello, Jorge Rodríguez”. Rodríguez es alcalde de Caracas.
Ortega denunció este miércoles en Brasil que recibió amenazas contra su vida y responsabilizó por su seguridad al gobierno del presidente Nicolás Maduro, con quien está enfrentada.
“Tengo amenazas que pueden atentar contra mi vida y hago responsable al gobierno venezolano si eso llega a ocurrir”, señaló Ortega, quien huyó el viernes hacia Colombia, adonde planea regresar tras participar de una cumbre de fiscales sudamericanos en Brasilia.
Los fiscales generales de Sudamérica expresaron este miércoles en Brasilia un fuerte apoyo a la fiscal destituida de Venezuela, Luisa Ortega, quien abandonó su país denunciando una persecución política por parte del gobierno de Nicolás Maduro.