La compra que hiciera Goldman Sachs por 2.800 millones de dólares en bonos PDVSA, con vencimiento en 2022, en poder del Banco Central ha generado “bastante controversia”, señala Torino Capital.
Advierte que “el valor de mercado de estos bonos, como lo destacan algunos expertos, era muy superior, lo que sugiere que el Central pudo haber obtenido mejor precio en un proceso más transparente”.
No obstante resalta que “la expectativa de los inversionistas, convalidada más tarde, de que un gobierno futuro refute la transacción y decida no honrar estos bonos” pudo incidir en la fijación del precio.
En efecto, puntualiza la banca de inversión, “el riesgo de que un futuro gobierno repudie la transacción explicaría por qué los inversores estarían dispuestos a pagar mucho menos por este bono que por instrumentos comparables”.
En el análisis de Torino Capital se recuerda que el tema de la “legalidad de nuevas emisiones de deuda se puso en el tapete durante las conversaciones sobre el canje de los bonos PDVSA P17 y P17N por P20, en septiembre pasado. Si bien la Asamblea Nacional (AN) no cuestionó la legalidad de la transacción, el diputado Freddy Guevara (Voluntad Popular) señaló que un nuevo gobierno no reconocería la transacción; en enero, el presidente de la Comisión de Finanzas, José Guerra, dijo que la emisión del bono V36 era ilegal”.
Sin embargo, refiere la consultora, “no fue sino hasta abril de 2017 que Julio Borges, presidente de la AN, envió más de una docena de cartas a instituciones financieras internacionales para alertarlas sobre los riesgos a su reputación al tratar de ayudar al gobierno de Nicolás Maduro”.
Torino precisa que “el bono PDVSA 6% 2022 no cuenta hasta la fecha, y hasta donde sepamos, con un precio de mercado, ya que no se ha registrado ninguna transacción en las terminales de Bloomberg”; esta compañía “lo que informó al momento de la transacción fue un precio modelo BVAL”.
Añade que “la comparación entre el precio de Goldman y el modelo de Bloomberg da una indicación de las diferencias entre las dos transacciones en cuanto a la probabilidad de impago para este bono.
De acuerdo a nuestros cálculos, dice la firma, “Goldman percibió que la probabilidad de impago para este nuevo bono es casi el doble de otros bonos comparables (40% vs 21%). Si consideramos que lo más probable es que la oposición incumpla en el pago de este bono, entonces esto concuerda con el hecho de que Goldman estime que haya una alta probabilidad de cambio de gobierno”.