Según el organismo multilateral, los datos más recientes sobre los ingresos fiscales en la región alcanzaron un promedio del 23,1 % del producto interno bruto (PIB) en el año 2018, lo que supone un aumento del 0,4 % con respecto al año anterior. Sin embargo, “las condiciones económicas en la región se deterioraron en 2019 debido, en gran medida, a una disminución en los precios de las materias primas“.
El documento establece que una de las consecuencias socioeconómicas de la pandemia este año será el deterioro de las actividades fiscales en todas sus representaciones y que estás estarán “muy por debajo de los estándares de la organización y provocará un segundo año de contracción en los ingresos públicos por segundo año consecutivo”.
“Esto limitará el espacio para abordar las vulnerabilidades en un contexto donde las desigualdades persistentes han sido un factor importante detrás del malestar social en toda la región en los últimos tiempos (…). Será necesario que las economías de la región fortalezcan el papel de los sistemas tributarios para estimular el desarrollo inclusivo y encauzar sus finanzas públicas hacia una base más sostenible”, concluyó el documento de la OCDE.
Fuente: El Universal