Datos preliminares en enero revelan que las importaciones desde 12 socios comerciales de Venezuela cayeron 21.6% sobre una base anualizada y 14.9% intermensual, indicó ayer la firma Torino Capital.
En el argumento, los especialistas del grupo exponen que los datos sugieren un Banco Central de Venezuela (BCV) “incapaz” de mantenerse al mismo ritmo de liquidación de divisas que el año pasado, a pesar de tener precios más elevados de petróleo.
Precisan que desde el 10 de enero hasta el 9 de marzo de este año, el BCV recibió 1.154 millones de dólares para sus reservas –casi todo directamente de Petróleos de Venezuela (Pdvsa)–, una cifra algo mayor a USD 890 millones para la misma fecha el año pasado.
“En el mismo lapso, el BCV apenas ha retirado USD 423 millones en reservas, en contraposición a los USD 2.781 millones el año pasado. Dicho de otro modo, dado que el BCV no puede estar al mismo ritmo de la liquidación de activos que el año pasado, deberá necesariamente desembolsar divisas para las importaciones en los primeros meses del año”, presenta Torino en su informe semanal.
Igualmente, señalan que pese al continuo déficit en las importaciones hasta ahora, existe una especie de concordancia en la estabilización macroeconómica del país.
“Nuestra medida de inflación arroja ciertas señales de desaceleración. El crecimiento en los agregados monetarios se ha ralentizado a partir del ritmo mostrado hacia finales del año pasado y bajó a tasas mensuales de alrededor de 10% anual: una cifra que, si bien es alta, no concuerda con una inflación galopante”, refieren en el documento.
Entre otras cosas, la explicación que percibe la firma para tal estabilidad radica en el ritmo “aún restringido” del gasto gubernamental, cuyo incremento nominal ha sido más que compensado por la inflación en los precios y lleva, por ende, a una contracción significativa en el gasto real. No obstante, debido a este comportamiento -un desembolso menor de divisas y la continua restricción fiscal- introducen “cierto riesgo” en su pronóstico de crecimiento de 2.4% este año.
“En efecto, de continuar las importaciones cerca de donde las colocan nuestras cifras preliminares de enero para otro par de meses, casi con toda seguridad tendríamos que revisar a la baja nuestro pronóstico de crecimiento (…) Inclusive si ese es el caso, continuamos percibiendo que la economía venezolana se ajusta a la estabilidad, en correspondencia con niveles menores de ingresos, antes que una espiral macroeconómica fuera de control”, explican los economistas.