Decepción y preocupación son las palabras que definen las reacciones iniciales provenientes del sector empresarial ante las medidas anunciadas por el gobierno de Nicolás Maduro con el fin de «proteger» a la economía del zarpazo del Covid-19.
Adán Celis, presidente de Conindustria, en su cuenta de red social Twitter, calificó como «absolutamente decepcionante» el set de disposiciones, que incluye moratorias de seis meses para la cartera de créditos comerciales de la banca y los alquileres de viviendas principales y locales comerciales.
«Todos los gobiernos responsables del mundo han anunciado medidas para ayudar a oxigenar a su sector productivo, diferimiento de impuestos, rebajas de aranceles, créditos, etc. En Venezuela por el contrario, las autoridades, que detentan el poder, no tienen ningún interés real la recuperación económica, el modelo económico actual lo máximo que puede ofrecer en una bolsa CLAP de mala calidad y escasa. Desde Conindustria hacemos votos porque se produzca una rectificación», escribió Celis.
Por su parte, en la cuenta institucional de Fedecámaras, en la misma red social, se reprodujeron las láminas de las propuestas hechas por el empresariado al gobierno madurista para gestionar la crisis. El comentario inicial fue: «Es muy preocupante que el gobierno venezolano pretenda tomas medidas aisladas. La mayoría de los países que están enfrentando la situación del coronavirus, han definido esquemas de trabajo conjunto: Gobierno, sector privado y sindicatos».
El gremio cúpula del sector privado espera, todavía, que la administración de Maduro responda a sus propuestas. «Hoy más que nunca los venezolanos necesitamos un plan integral que ayude a enfrentar la situación», apunta.
– «Maduro no puede» –
Por su parte, el economista Asdrúbal Oliveros, socio director de Ecoanalítica, también ponderó negativamente los anuncios de Maduro. En su opinión, considera que pueden «exacerbar los desequilibrios».
«La presión sobre la banca sin aliviar el encaje, es peligrosa sobre un sistema financiero que tiene una pérdida brutal de sus ingresos. Es imposible incrementar los créditos con la actual política draconiana del encaje», apunta en un hilo a propósito de las medidas de emergencia en su cuenta de Twitter.
Más adelante Oliveros vaticina que «como era previsible, lo que viene es una inyección brutal de gasto en bolívares y/o petros, que en medio de una aguda restricción externa, va a presionar rápidamente la tasa de cambio y la inflación. Sin mejores sustanciales para la gente, especialmente los sectores más vulnerables».
El director de Ecoanalítica considera que el gobierno no tiene la capacidad financiera de generar ningún impacto económico positivo, por lo que el país necesita urgentemente ayuda externa, la cual solo será posible si hay un acuerdo político que facilite una transición a la democracia.
Por su parte, al director de Econométrica, Henkel García, le preocupa que las medidas de Maduro descarguen sobre el sector privado, debilitado como está, los costos económicos de la emergencia. «Hay que repetirlo una y otra vez. Los países más avanzados lo entendieron muy bien. Es imposible que la carga de esta paralización económica sea asumida por el sector privado».
Fuente: Banca y Negocios