En sus discursos ante la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, los representantes de Perú y el Vaticano mostraron preocupación por la situación de Venezuela y coincidieron en la existencia de una crisis humanitaria en el país.
“En nuestra región la democracia es un derecho inalienable, por ello el Perú sigue profundamente preocupado por la ruptura del orden democrático y la crisis humanitaria en Venezuela”, manifestó el jefe de la delegación peruana ante la ONU, Gustavo Meza-Cuadra, cuyo discurso fue transmitido en vivo por el portal de la organización.
El diplomático expresó además la preocupación de su gobierno por “las violaciones y los abusos” a los ciudadanos venezolanos, reportado por el alto comisionado de los Derechos Humanos de la ONU, Zeid Ra’ad al Hussein.
Meza-Cuadra señaló que la solución “debe ser pacífica y negociada por los propios venezolanos” y que “cualquier intento interno o externo de recurrir a la fuerza, vulnera los principios de la organización y socava el genuino interés de la defensa de la democracia y el respeto al Estado de Derecho nacional e internacional”.
Añadió que el Grupo de Lima, integrado por 12 gobiernos del continente americano, considera que la iniciativa de República Dominicana de reunir a miembros del gobierno y de la oposición debe ser de “buena fe, con reglas, objetivos y plazos claros, así como garantías de cumplimiento, para lo cual resulta esencial el acompañamiento internacional”.
El representante del Vaticano, arzobispo Paul Richard Gallagher, expresó que “la Santa Sede también ve con profunda preocupación la división política, la inestabilidad y la crisis humanitaria en Venezuela”.
La situación nacional estuvo presente en varios discursos de la Asamblea General de la ONU desde que comenzó el 19 de septiembre, hasta su clausura ayer, pero no todas las opiniones fueron críticas del gobierno de Nicolás Maduro. La representante de Nicaragua, María Rubiales de Chamorro, rechazó “las amenazas de uso de la fuerza o las opciones militares que ha realizado el presidente de Estados Unidos en contra del presidente de la República Bolivariana de Venezuela”, y manifestó su apoyo a la asamblea constituyente.
Entretanto, el canciller de Uruguay, Rodolfo Nin Novoa, cuestionó en su discurso cualquier “insinuación de intervención militar” en Latinoamérica y “enfoques intervencionistas y belicistas”. Aunque no precisó a qué situación se refería, el 11 de agosto el presidente Donald Trump dijo que no descartaba una “opción militar”, en relación con la crisis que atraviesa Venezuela.