Los precios mundiales de los productos alimenticios aumentaron en febrero por noveno mes consecutivo, en particular los del azúcar y los aceites vegetales, según ha comunicado hoy la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
El índice de precios de los alimentos de la FAO, que hace un seguimiento mensual de los precios internacionales de los productos alimenticios más comercializados, registró un promedio de 116,0 puntos en febrero, es decir, un 2,4% más que el mes anterior y un 26,5% más que hace un año.
El índice de precios del azúcar de la FAO subió un 6,4% desde enero, debido a que el descenso de la producción en algunos de los principales países productores y la fuerte demanda de importaciones en Asia suscitaron preocupaciones, que se mantienen, sobre la reducción de la oferta a nivel mundial. Las expectativas con respecto a una recuperación de la producción en Tailandia y a una excelente cosecha en la India moderaron el incremento.
El índice de precios de los aceites vegetales de la FAO aumentó un 6,2%, con lo que alcanzó su nivel más elevado desde abril de 2012. Subieron los precios de los aceites de palma, soja, colza y girasol.
El índice de precios de los productos lácteos de la FAO registró un aumento del 1,7%, impulsado por los precios internacionales de exportación de la mantequilla, sostenidos por las cuantiosas importaciones de China sumadas a la limitada oferta en Europa occidental. Disminuyeron los precios del queso, debido en parte a las abundantes existencias en los Estados Unidos de América.
El índice de precios de los cereales de la FAO registró un promedio un 1,2% más alto que en enero. Los precios del sorgo aumentaron un 17,4% durante el mes, impulsados por la fuerte demanda continua por parte de China. Los precios internacionales del maíz, el trigo y el arroz se mantuvieron estables o subieron ligeramente.
El índice de precios de la carne de la FAO aumentó un 0,6%, empujado por la escasa oferta de carnes de bovino y ovino en importantes regiones productoras. En cambio, las cotizaciones de la carne de cerdo cayeron a causa de la reducción de las compras de China en un contexto de fuerte exceso de oferta y aumento de la producción porcina sin salida al mercado en Alemania debido al mantenimiento de la prohibición de las exportaciones a los mercados asiáticos.
Tanto la producción como las necesidades de importación de cereales aumentan en los países de bajos ingresos y con déficit de alimentos.
También ha salido hoy la publicación trimestral Perspectivas de cosechas y situación alimentaria de la División de Mercados y Comercio de la FAO.
Según las estimaciones que en ella se recogen, la producción total de cereales en los 51 países de bajos ingresos y con déficit de alimentos aumentó un 3,0% en 2020 con respecto al año anterior, situándose en 502,4 millones de toneladas, ya que la recuperación en África austral y en el Cercano Oriente compensó la disminución en África central. Sin embargo, se prevé que, globalmente, las necesidades de importación de cereales de ese grupo de países en la campaña de comercialización de 2020/21 aumentarán a 74,1 millones de toneladas, y que las subregiones del Lejano Oriente y África occidental serán las que registrarán las mayores necesidades adicionales.
Las perspectivas iniciales sobre la producción en 2021 son en general favorables, aunque empiezan a preocupar las condiciones cercanas a la sequía en el Afganistán y el sur de Madagascar.
Según el informe, necesitarán asistencia alimentaria exterior 45 países: Afganistán, Bangladesh, Burkina Faso, Burundi, Cabo Verde, Camerún, Chad, Congo, Djibouti, Eritrea, Eswatini, Etiopía, Guinea, Haití, Iraq, Kenya, Lesotho, Líbano, Liberia, Libia, Madagascar, Malawi, Malí, Mauritania, Mozambique, Myanmar, Namibia, Níger, Nigeria, Pakistán, República Árabe Siria, República Bolivariana de Venezuela, República Centroafricana, República Democrática del Congo, República Popular Democrática de Corea, República Unida de Tanzanía, Senegal, Sierra Leona, Somalia, Sudán, Sudán del Sur, Uganda, Yemen, Zambia y Zimbabwe.
Fuente: El Universal