El Grupo de Lima solicitó al secretario general y al sistema de Naciones Unidas que contribuyan a atender la crisis humanitaria en Venezuela y las continuas violaciones de derechos humanos.
Los cancilleres y representantes de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay y Perú reunidos en Toronto declararon que “un acuerdo negociado entre ambas partes, con acompañamiento internacional y cumpliendo las condiciones previas solicitadas por la oposición, es la única salida pacífica para la crisis actual”.
Reiteraron su disposición de apoyar todo esfuerzo de negociaciones creíbles y de buena fe, y exhortaron “a las diferentes fuerzas de oposición a mantener su unidad, ofreciendo un frente común programático, como condición indispensable para lograr la solución de la crisis venezolana”.
En la declaración divulgada al culminar la tercera reunión del grupo los cancilleres rechazaron “los obstáculos, actos de intimidación, manipulación, coacción social y condicionamiento del voto, entre otras irregularidades que caracterizaron las elecciones regionales” y exigieron de manera “urgente la revisión del sistema electoral, incluyendo en particular, la renovación del Consejo Nacional Electoral con miembros nombrados por la Asamblea Nacional y la publicación de un cronograma de elecciones, las que deben ser supervisadas por observadores electorales independientes”.
Exigieron la inmediata liberación de todos los presos políticos y el cese de las medidas arbitrarias en contra de los líderes políticos de oposición; reafirmaron “su decisión de no reconocer los actos emanados de la asamblea nacional constituyente” y reiteraron “su pleno respaldo a la Asamblea Nacional democráticamente electa”.
El Grupo de Lima deploró que el gobierno venezolano no permita el acceso de la ayuda internacional para atender las necesidades básicas de la población, especialmente en salud y alimentación.
Señaló que la desnutrición infantil se ubicó en 11,4%, la deserción escolar subió 45%, la canasta básica 343% en el último año; 85% de las personas que requieren medicamentos no los consiguen y enfermedades que se creían erradicadas, como la malaria. se incrementaron 76%. “La comunidad internacional está siendo testigo de la agudización de la crisis humanitaria en el país”, afirmó.
En el documento el grupo expresó su preocupación por el éxodo de miles de venezolanos, lo que representa un desafío para los países de la región.
La misiva finalizó con la ratificación del compromiso de mantenerse vigilantes a nivel de cancilleres sobre la situación que vive el país y adoptar las medidas que correspondan “para favorecer el restablecimiento del Estado de Derecho y el orden democrático”.
Intervenciones. Al inicio, el canciller de Perú, Ricardo Luna, copresidente del grupo, declaró que cree que es tiempo de intentar involucrar a las Naciones Unidas y en particular a su secretario general, António Guterres, en la solución de la crisis.
Su homóloga de Canadá, Chrystia Freeland, anfitriona de la reunión, añadió que no podían quedarse con los brazos cruzados y que es necesario ampliar la coalición de países que se oponen al régimen de Maduro. “Aquí debemos coordinar nuestras acciones para poner suficiente presión sobre el régimen de Maduro para que Venezuela pueda volver a la democracia”.
El canciller de Chile, Heraldo Muñoz, señaló que su país continuará haciendo los esfuerzos que estén a su alcance para que Venezuela regrese al orden democrático. “Se ha hablado mucho de una solución política. Eso es lo que queremos. Pero un diálogo que sea solamente un simulacro, una escenificación, Chile no apoyará tal tipo de iniciativa. Si hay una salida política y negociada tendrá que ser de buena fe, creíble, real”.
Pidió unidad efectiva a la oposición. “Y también acuerdo programático. Sin esos elementos, evidentemente, una salida política y negociada de la crisis venezolana es muy difícil. Pero seguimos empeñados en este camino porque sabemos que la crisis humanitaria es enorme”.