El gobierno de Nicolás Maduro llamó este miércoles a Estados Unidos a restablecer los vínculos diplomáticos, tras iniciar un diálogo con un sector de la oposición venezolana que excluye al jefe parlamentario Juan Guaidó.
«Nosotros lo único que esperamos del gobierno de Estados Unidos es que tenga sindéresis, que recupere canales diplomáticos y de diálogo con el gobierno» de Maduro, declaró la vicepresidenta, Delcy Rodríguez.
Venezuela rompió relaciones con Estados Unidos el pasado 23 de enero, luego que el presidente de ese país, Donald Trump, validara la proclamación de Guaidó como mandatario encargado.
Según la vicepresidenta venezolana, a Washington le queda «un solo camino: la negociación y la comunicación diplomática», al haber «fracasado sus proyectos» para expulsar a Maduro del poder.
Trump busca asfixiar al gobierno socialista con sanciones que incluyen un embargo petrolero y el congelamiento de activos en Estados Unidos.
Rodríguez defendió las conversaciones emprendidas el pasado lunes con un grupo de partidos minoritarios de la oposición, a las que se sumó este miércoles el pastor evangélico y excandidato presidencial Javier Bertucci.
El diálogo se inició con un acuerdo que prevé la elección de nuevas autoridades electorales, la excarcelación de opositores -como ocurrió el martes con el vicepresidente del Parlamento, Edgar Zambrano- y la búsqueda de un canje de petróleo por alimentos, medicinas y servicios.
También, el retorno del bloque oficialista a la Asamblea legislativa -de mayoría opositora-, de la cual se retiró en 2016.
Zambrano anunció que próximamente serán liberados al menos 58 opositores, sin detallar sus nombres.
El pacto con la minoría opositora fue firmado un día después de que Guaidó declarara «agotado» el diálogo que representantes suyos y de Maduro mantenían desde mayo con la mediación de Noruega en Barbados.
Stalin González, el segundo vicepresidente del Congreso, consideró este miércoles que dicho acuerdo contribuye a que Maduro -apoyado por la Fuerza Armada, Rusia, China y Cuba- «se atornille más en el poder».
El martes, Estados Unidos denunció que el gobierno de Maduro «ve las negociaciones como una táctica dilatoria» y aseveró que la suspensión del diálogo en Barbados «refleja la negativa del régimen para negociar de buena fe».