A juicio del economista y exdiputado Ángel Alvarado, la eliminación de aranceles de importación tendrá un impacto inflacionario que se verá reflejado, posiblemente, en el primer trimestre de 2022, ya que el diseño de la medida prevé el tradicionalmente aumento de inventarios con miras a la temporada de fin de año.
El levantamiento de las exoneraciones se producirá a partir del 30 de noviembre, con el objetivo de no generar escasez durante la campaña y el proceso electoral de noviembre, por lo que el economista considera que no habrá un efecto inflacionario inmediato.
Otros analistas han advertido sobre el hecho de que la eliminación de la exoneración ha debido venir acompañada de medidas que contribuyan a reactivar el crédito bancario y asegurar más eficiencia en los procesos logísticos para comercialización de productos nacionales.
Igualmente, han insistido en la necesidad de conceder alivios tributarios para mejorar coyunturalmente las estructuras de costos.
Básicamente, el enfoque del gobierno es asistencialista: un levantamiento selectivo de los aranceles y una Ley de Compras Públicas para generar la expectativa de que el Estado puede ser el gran cliente para un sector privado deprimido.
Sin embargo, la Ley de Compras Pública remite a experiencias no tan lejanas, sobre todo en el sector agrícola, donde el gobierno ha comprado la producción a precios unilateralmente establecidos y ha generado fuertes deudas con los productores.
Fuente: Banca y Negocios