La situación de la fiscal venezolana Luisa Ortega Díaz, quien llegó a Bogotá junto a su esposo, el diputado chavista Germán Ferrer, es manejada por Colombia bajo estricto hermetismo, al tiempo que crecen las conjeturas sobre su futuro.
Mientras el gobierno se ha limitado a confirmar que la fiscal vinculada al chavismo y que en los últimos meses marcó distancia del régimen de Nicolás Maduro aterrizó en Bogotá, expertos y políticos apoyan que se le otorgue asilo político y otros sectores no descartan que viaje a un tercer país como Estados Unidos.
Ortega, la voz disonante del chavismo, arribó el pasado viernes al aeropuerto El Dorado desde Aruba tras de una travesía digna de Hollywood, que, según versiones de prensa, inició en Caracas, prosiguió en las costas de la Península de Paraguaná, en el noroeste de su país, desde donde viajó en lancha hasta la isla caribeña.
Migración Colombia informó ese día en un breve comunicado que Ortega “ingresó al país proveniente de Aruba” en un vuelo privado “e hizo su correspondiente trámite migratorio”.
Además, indicó que llegó acompañada de su esposo.
El ministro colombiano del Interior, Guillemo Rivera, se limitó a confirmar este sábado la llegada de la funcionaria, sin que suministrara detalles sobre su situación migratoria o paradero.
“Será la señora canciller de la República de Colombia (María Ángela Holguín) quien exprese la voz oficial del Gobierno Nacional”, puntualizó Rivera.
Consultado al respecto, el expresidente colombiano Andrés Pastrana (1998-2002) dijo a Efe que si la funcionaria solicita asilo, el gobierno “tiene que dárselo”, aunque admitió que dependerá de si ella quiere quedarse en el país.
“En Venezuela hay mucho temor por la actuación del gobierno del presidente (Juan Manuel) Santos”, afirmó Pastrana, al apuntar que Colombia devolvió en 2014 a ese país al estudiante y activista político Lorent Saleh.
A su juicio, Ortega puede ser importante para Colombia si suministra información sobre una eventual relación entre la guerrilla de las FARC y el denominado “Cartel de los Soles”.
“Lo que es claro, lo que hemos conocido y lo que se conoce, es que las FARC es el mayor proveedor de drogas del ‘Cartel de los Soles'”, apuntó Pastrana, quien además consideró importante conocer cuál fue “la injerencia de Venezuela y de Cuba en todo lo que fue el proceso de paz en el país”.
Por su parte, Ronal Rodríguez, investigador del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario, no descartó que Bogotá le conceda el asilo a Ortega, y citó para ello la “tradición” del país de darle refugio a actores políticos como el expresidente peruano Alan García (1985-1990 y 2006-2011) y el empresario venezolano Pedro Carmona.
Rodríguez opinó además que ya que el obierno de Santos no reconoce las acciones de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) venezolana ni a Tarek William Saab como fiscal general de ese país, esto supondría que “en Colombia está la fiscal de los venezolanos”.
Ortega fue destituida del cargo el pasado 5 de agosto por la ANC, que la acusó de haber cometido “actos inmorales”.
La funcionaria denunció la ruptura del orden constitucional en su país tras dos sentencias del Supremo que le quitaban competencias al Parlamento y limitaban la inmunidad de los diputados, y criticó la actuación de la fuerza pública para contener las protestas contra Maduro, en las que han muerto más de un centenar de personas.
Además, la ANC le retiró el pasado jueves la inmunidad parlamentaria a Germán Ferrer por estar supuestamente vinculado a una red de extorsión.